MADRID, 13 Mar. (EDIZIONES) -
El color de los ojos depende de la cantidad y de la distribución de la melanina en el iris, la parte coloreada del ojo, que cambia en cada persona. Los genes, el tipo de piel y el color del pelo de la persona determinan el color de su iris.
"Esta es la razón por la que los bebés tienen los ojos claros al nacer: sus células productoras de melanina son inmaduras y producen poca cantidad. A medida que transcurren los meses, la producción de melanina aumenta y progresivamente se oscurecen sus ojos, piel y pelo", explica en una entrevista con Infosalus la doctora Lucía Fernández-Vega Sanz, responsable de la Unidad de Oftalmología Pediátrica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.
Así, y aunque nos parezca que tenemos el mismo color de ojos de otra persona, la cantidad de melanina y su distribución en el iris es única en cada uno, incluso se puede dar el caso de que una persona tenga cada iris de un color diferente. "Este fenómeno se denomina heterocromía y puede presentarse al nacer o desarrollarse más adelante", precisa esta especialista.
Según precisa la Academia Americana de Oftalmología (AAO por sus siglas en inglés) hay diferentes tipos de heterocromías: por un lado se encontrarían las completas, cuando un iris es de color distinto al otro; después, dice que cuando una parte de un iris es de un color distinto al resto de ese iris, se conoce como heterocromía parcial; a su vez, resalta que las heterocromías centrales son aquellas que tienen un anillo interno de color distinto al área externa del iris.
CAUSAS DE HETEROCROMÍA
Con ello, esta sociedad científica remarca que hay muchas causas de heterocromía, partiendo de que un bebé puede nacer con ella o bien desarrollarla poco tiempo después de nacer. "Esto se conoce como heterocromía congénita", precisa.
Eso sí, señala que casi siempre los niños que nacen con ella no tienen ningún otro síntoma. "No tienen ningún otro problema ocular, ni en su estado de salud general. En algunos casos, no obstante, la heterocromía puede ser síntoma de otra afección", apostilla.
En estos casos, cuando la heterocromía aparece tarde en la vida, se conoce como 'heterocromía adquirida' y entre sus causas, según la AAO, se encontrarían: lesiones oculares, sangrado interno del ojo, inflamación por uveítis, cirugía ocular, Síndrome de Horner adquirido, glaucoma y algunos medicamentos utilizados para tratarlo, melanosis ocular, tumores malignos y benignos del iris, o la diabetes, entre otras patologías.
Sobre su tratamiento, debe ser un oftalmólogo el que observe y analice el estado del ojo y en caso de ser procedente debe centrarse en tratar cualquier causa subyacente para esta condición. "Si no hay otros problemas en sus ojos, es posible que no requiera tratamiento", afirma.
En última instancia, la doctora Fernández-Vega Sanz destaca que los ojos marrones son el color de ojos más común en el mundo: "Presentan grandes cantidades de melanina en la parte anterior del iris, al contrario que los ojos claros azules que contienen menos cantidad. Todas las personas de ojos azules tienen un rasgo genético específico afín (se ha demostrado que comparten un ancestro común). Este color de ojos es el resultado de la mutación genética de su antepasado".