MADRID, 11 Oct. (EDIZIONES) -
Cuando un diente presenta una infección severa, como consecuencia de una caries profunda, o en caso de traumatismos y de fracturas dentales que afectan a la pulpa, se requiere un tratamiento endodóntico, a través del que se eliminan las bacterias de los conductos del diente, previniendo su reinfección y salvando el diente natural.
"La endodoncia es un tratamiento que consiste en la eliminación del tejido pulpar (tejido blando debajo del esmalte y de la dentina, llamado vulgarmente 'nervio'), así como en la desinfección y sellado del sistema de conductos que recorren las raíces de los dientes. El objetivo es mantener la dentición natural, el hueso y la encía que la rodea, así como su funcionalidad", explica en una entrevista con Infosalus el presidente del Consejo General de Dentistas, el doctor Óscar Castro Reino.
Según describe, se realiza con anestesia local y consiste en retirar el tejido dañado (la pulpa) y sustituirlo por otro material. Por ejemplo, indica que si el diente presenta una caries profunda que ya ha alcanzado la pulpa (el nervio), el dentista elimina la caries e identifica el conducto donde se encuentra la pulpa. "Después, se procede a eliminarla dejando limpio el conducto (mediante limas). Una vez limpio, se rellena el conducto con un material especial de obturación y finalmente se reconstruye la corona del diente", apostilla la experta.
Defiende el doctor Castro Reino además que se realiza bajo anestesia local, por lo que es un tratamiento indoloro. "El dentista le ayudará a superar cualquier duda o miedo ante la realización de este procedimiento", asegura.
A veces hay pacientes que sienten dolor días después de la intervención, por lo que el presidente del Consejo General de Dentistas anima a consultar con el dentista aunque cualquier señal fuera de lo normal: "Después de realizada la endodoncia, en algunos casos, puede aparecer un dolor persistente, ciertas molestias al masticar, incluso una leve inflamación en la zona de la encía del diente tratado. Ante cualquier signo anómalo, se debe consultar al dentista".
POSIBLES COMPLICACIONES TRAS LA ENDODONCIA
En este punto, el presidente de los dentistas señala que en algunos casos en los que el conducto (o conductos) presentan una anatomía compleja puede producirse una fisura en la raíz, y como consecuencia del intento de limpieza. "Otra dificultad técnica que se presenta a veces es la del defecto de sellado del conducto. Como en toda intervención médica, la endodoncia puede fallar, siendo excepcionalmente necesaria repetirla y en casos muy aislados, tener que extraer el diente", agrega.
Ahora bien, considera muy importante tener en cuenta que hasta que la endodoncia no esté finalizada y el diente reconstruido, hay que tomar una serie de medidas: "No tomar alimentos duros, ni chicles o caramelos pegajosos; masticar con el lado opuesto de la endodoncia y evitar morder con fuerza; extremar la higiene dental con el cepillo habitual y pasta fluorada. Hay que tener en cuenta que el diente endodonciado es más frágil y muchas veces el dentista recomendará reconstruirlo, después de terminada la endodoncia, con una corona para protegerlo mejor".
Frente a si existen alternativas frente a este procedimiento, el doctor Castro Reino mantiene que la prioridad debe ser siempre la de intentar que se mantengan los dientes naturales. "Cuando no es posible, la alternativa es la extracción dentaria y su sustitución por un implante", aclara.
Ahora bien, para evitar cualquier tipo de patología bucodental insiste en que es fundamental cuidar la higiene oral, seguir una dieta saludable rica en frutas y verduras, minimizar el consumo de azúcares y de grasas, y evitar el tabaco y el alcohol. Igualmente, ve imprescindible acudir al dentista, al menos, dos veces al año para diagnosticar posibles patologías antes de ser necesario un tratamiento endodóntico.