MADRID, 14 Sep. (EDIZIONES) -
Si nos hablan de una prótesis de rodilla siempre pensamos en personas de edades avanzadas en la vida, y no de personas jóvenes. Pero estas son cada vez más frecuentes entre los menos añejos, y más sofisticadas. ¿Cuándo realmente son necesarias entonces?
Se calcula que todos los años en el mundo se implantan por encima del millón y medio de prótesis de rodilla, y es una cirugía que cada vez está teniendo más demanda, según confiesa en una entrevista con Infosalus el doctor Francisco Javier García Lázaro, jefe de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid).
Este experto señala que en primer lugar suelen necesitarlas los afectados por problemas de tipo degenerativo en la articulación de la rodilla. "La artrosis de rodilla es una enfermedad muy prevalente, y a partir de los 50-60 años se producen pequeños cambios artrósicos en la articulación de la rodilla que podemos tener casi todos. Lo único que esto habitualmente es bastante bien tolerado, salvo los casos en los que se va deteriorando la articulación de forma progresiva, el cartílago articular y poco a poco la función paciente, aparte de que el dolor hace que el paciente pueda necesitar de estos procedimientos", describe.
Eso sí, el doctor García Lázaro resalta que, antes que indicar una prótesis de rodilla, suelen estar indicados otros tratamientos, de tipo conservador, como los analgésicos, los antiinflamatorios, medidas posturales o de rehabilitación.
Recalca en este punto el experto que es fundamental en la aparición de la artrosis de rodilla la obesidad. "Hay que intentar que esos factores se modifiquen en la medida de lo posible. Siempre se recomienda a los pacientes que bajen de peso", apunta. Pero también añade que suelen prescribirse antes de una prótesis de rodilla otras medidas de tipo fisioterápico, o incluso infiltraciones con diferentes sustancias.
DE QUÉ ESTÁN HECHAS
En cuanto a los materiales, las prótesis de rodilla afirma que son cada vez más sofisticadas y tienen tres-cuatro componentes:
Componente femoral, de una aleación de acero, de un cromo cobalto
Componente tibial, de aleación titanio
El componente intermedio es un plástico, un polietileno
El componente rotuliano se pone o no dependiendo del grado de afectación de la articulación y del cirujano, y también está hecho de polietileno
"Algunos de estos componentes no van fijados al hueso con cemento especial, y otros van buscando la integración del hueso del paciente con el implante, es decir, son componentes no cementados. Hoy en día, la variabilidad y posibilidad de implantes son muchas", explica el doctor.
DURACIÓN ESTIMADA
A su vez, el jefe de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario de Fuenlabrada precisa que inicialmente estas articulaciones artificiales que se emplean hoy en día son prótesis con buenos resultados, y les aguanta y con buena funcionalidad más de 10 años. "Pero muchas veces dura más en el paciente, y tiene supervivencia del implante incluso de hasta 20 años. Hay muchos implantes que duran el tiempo de vida", agrega.
Eso sí, si a esa prótesis se implanta en un paciente más joven, con 35-40 años, llegar a 60-70 años es más factible con la misma prótesis, y aquí pueden aparecer problemas en cuanto a desgaste y aflojamiento de los componentes que pueden condicionar cirugías de revisión de las prótesis.
LAS PERSONAS JÓVENES TAMBIÉN LAS NECESITAN
En este puno, el doctor García Lázaro señala que también las personas jóvenes pueden precisar de prótesis de rodilla, especialmente quienes padezcan enfermedades reumáticas que pueden evolucionar de forma rápida.
Cita aquí aquellos pacientes con artritis reumatoide, o por ejemplo con enfermedades de tipo autoinmune como el lupus, que pueden afectar a las articulaciones de carga, de forma que estas necesiten cirugías para solucionarles el deterioro de la articulación que tengan afectada a través de una prótesis.
También las personas jóvenes pueden necesitar una prótesis de rodilla tras un traumatismo, cuando sufren una fractura que comprometa la superficie articular del fémur o de la tibia, por ejemplo, y esta puede evolucionar de forma rápida hacia una artrosis consecuencia del traumatismo y necesitar de cirugía.
CÓMO SE COLOCA UNA PRÓTESIS DE RODILLA
Con ello, el jefe de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid) explica que en la colocación de una prótesis de rodilla, a grandes rasgos, implica abordar la rodilla por una incisión de unos 15-20 centímetros en la parte anterior de la rodilla.
"Hay que llegar a la articulación, hay que resecar todo el cartílago y las superficies óseas tanto a nivel del fémur como de la tibia, y esa parte que hemos quitado se sustituye por unos componentes de metal y de plástico que intentan simular la forma de la articulación", detalla el cirujano ortopédico.
Aquí señala que la articulación de la rodilla es "muy compleja", está "muy desarrollada", y las prótesis intentan hoy por hoy asemejarse a la articulación natural pero esto no se logra al 100%. "El poder hacer una reconstrucción completa de la rodilla antes de la cirugía es imposible. Se sustituyen sus componentes por otros artificiales que asemejan bastante la articulación de la rodilla pero no lo suplen completamente", aclara.
Ahora bien, destaca en cuanto al grado de satisfacción del paciente que hay hasta un 15% de pacientes que no llegan a encontrarse completamente satisfechos con el resultado a pesar de la intervención.
CÓMO ES LA RECUPERACIÓN
Por otro lado, el doctor García Lázaro recuerda que en la recuperación tras una intervención de estas características el paciente tiene que poner mucho de su parte porque es una cirugía grande, donde se sustituyen todas las superficies articulares de la rodilla, y admite que se trata de un procedimiento que puede conllevar meses de evolución.
"En el postoperatorio inmediato le estamos ya diciendo que tiene que comenzar a mover la articulación y esto implica dolor. Normalmente el periodo inicial del periodo es un proceso donde tiene que poner mucho de su parte el paciente y que suele ser doloroso, a pesar de que se realicen técnicas de bloqueos de tipo anestésico, o donde participan las unidades de dolor postoperatorio", mantiene.
Este cirujano reconoce que la rehabilitación es fundamental en la recuperación de estos pacientes para ganar en movilidad y en musculatura y a la hora de mejorar la funcionalidad del paciente.
¿SE PUEDE HACER DEPORTE CON UNA PRÓTESIS?
¿Puede recuperar esta persona su vida al 100%, incluso hacer deporte?¿O debe adaptarse? El jefe de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario de Fuenlabrada sostiene que hay pacientes que se recuperan "fantásticamente bien", pero con los mismos medios, cirujanos, y prótesis, hay pacientes que no evolucionan tan bien.
Esto puede deberse a la forma de su rodilla, de caminar, o a diferentes actitudes, según apunta: "Son muchos los factores que pueden influir, pero lo que sí que está claro es que el 90-95% de los pacientes mejoran con respecto a su situación preoperatoria y entre un 10-20% pueden tener un dolor residual, no tan importante como el que tenían previamente a la intervención, pero el paciente puede notar molestias".
Sí que van a poder hacer cosas en cuanto a funcionalidad, como caminar, moverse, hacer un trote suave, ir en bici, pero a lo mejor determinados deportes, y sobre todo si se pide mucha demanda porque el nivel previo era muy alto, no van a ser posibles y van a notar que la prótesis no les da todo lo que necesitan.
