MADRID, 10 Mar. (EDIZIONES) -
Cuando falta el sueño nos faltan muchísimas cosas. Nos falta energía, o paciencia muchas veces. Pero también el no dormir lo suficiente puede conllevar un mayor riesgo de obesidad, según denuncia Boticaria García, Marián García, doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética con motivo de la publicación de su libro Tu cerebro tiene hambre (Planeta).
Señala que, aunque no hay un número mágico, y la cantidad de horas de sueño puede variar según la edad, y las necesidades de la persona, lo idóneo es mantener una buena calidad y horas de sueño para mantener una buena salud en general, pero también para prevenir la obesidad.
Realmente hay distintos motivos. Lo ideal serían esas 7-8 horas diarias de sueño al día. Pero un sueño de calidad. Dormir del tirón y como los angelitos. Y es que cuando no dormimos bien se generan una serie de mecanismos en nuestro cuerpo que hacen que podamos ganar peso, alerta esta especialista durante una entrevista con Infosalus.
QUIÉNES SON LAS CULPABLES
Las hormonas del hambre (grelina) y de la saciedad (leptina) se pueden alterar, tal y como continúa: Ahora que se habla mucho de las personas altamente sensibles o PAS, estas hormonas lo son, y se pueden desregular ante la falta de sueño y tener hambre cuando no toca. Se puede generar un desequilibrio entre ellas y que aumente la grelina y descienda la leptina.
Por otro lado, señala que quienes duermen menos horas, y con una menor calidad, hay evidencia científica de que visitan más veces la cocina, pero también de que cuando dormimos poco y estamos cansados no tenemos al día siguiente la energía suficiente para hacer ejercicio, de manera que acabamos recurriendo a cualquier cosa. Es la pescadilla que se muerde la cola, admite Boticaria García.
De hecho, señala que las personas que duermen menos de 5 horas al día tienen más probabilidades de padecer sobrepeso y obesidad, que las que duermen en torno a 7 horas al día. Las personas que duermen menos de seis horas diarias pueden tener un incremento del 25% de la probabilidad de desarrollar sobrepeso u obesidad, y ésta aumenta al 70% cuando duermen menos de cuatro horas, añade.
CÓMO INFLUYEN LAS HORAS DE SUEÑO
También dormir menos horas puede hacer que acumulemos grasa en lugares más peligrosos como la faja abdominal, prosigue esta farmacéutica y famosa divulgadora científica.
A su vez, mantiene que cuando tenemos sueño es más probable que tengamos más estrés en nuestro día a día, y esto nos haga comer más también. Pero cuando ese estrés es crónico se favorece, tal y como prosigue esta farmacéutica y experta en Nutrición, se pueden liberar hormonas como el cortisol, que influye en la regulación del apetito y favorece la acumulación de grasa abdominal.
Las horas de sueño, además, precisa que están determinadas en nuestros genes, incluso la hora a la que comemos, y cada vez sostiene que hay más evidencia científica de estos ritmos circadianos y de que la hora a la que comas es importante. A partir del final de la tarde no convienen las comidas copiosas, aclara a este respecto.
Por ello, insiste en que debemos borrar de nuestra mente el mito de que dormir engorda, dado que es más bien al contrario: El organismo es capaz de quemar aproximadamente una caloría por kilo de peso y hora de sueño. Por lo que tener un sueño de calidad y de suficiente cantidad nos ayuda a mantener nuestra salud, lo que, junto a otros factores, facilita la pérdida de peso.