MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un metaanálisis de 15 estudios en los que participaron cerca de 50.000 personas de cuatro continentes ha ofrecido nuevos datos para determinar la cantidad de pasos diarios que mejoran la salud y la longevidad, así como si el número de pasos es diferente para personas de distintas edades.
El tan repetido mantra de los 10.000 pasos al día surgió de una campaña de marketing de un podómetro japonés de hace décadas, sin que la ciencia respaldara su impacto en la salud.
Ahora, bajo la dirección de la epidemióloga especializada en actividad física de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) Amanda Paluch, un grupo internacional de científicos ha demostrado, en una investigación publicada en la revista científica 'Lancet Public Health', que dar más pasos al día ayuda a reducir el riesgo de muerte prematura.
En concreto, para los adultos de 60 años o más, el riesgo de muerte prematura se estabilizó en torno a los 6.000-8.000 pasos diarios, lo que significa que un número mayor de pasos no aportaba ningún beneficio adicional para la longevidad. Los adultos menores de 60 años vieron cómo el riesgo de muerte prematura se estabilizaba en torno a los 8.000-10.000 pasos diarios.
"Así que lo que vimos fue esta reducción incremental del riesgo a medida que aumentan los pasos, hasta que se nivela. Y la nivelación se produjo en diferentes valores de pasos para los adultos mayores frente a los más jóvenes", dice Paluch.
Curiosamente, la investigación no encontró ninguna asociación definitiva con la velocidad de la marcha, más allá del número total de pasos al día. Dar pasos, independientemente del ritmo al que se camine, fue el vínculo con un menor riesgo de muerte.
La nueva investigación respalda y amplía los hallazgos de otro estudio dirigido por Paluch, publicado el pasado mes de septiembre en 'JAMA Network Open', que descubrió que caminar al menos 7.000 pasos al día reducía el riesgo de muerte prematura de las personas de mediana edad.
Las Directrices de Actividad Física para los Estadounidenses, actualizadas en 2018, recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada cada semana. Paluch está entre los investigadores que buscan ayudar a establecer la base de evidencia para guiar las recomendaciones de actividad física simple y accesible, como caminar.
"Los pasos son muy sencillos de seguir, y hay un rápido crecimiento de los dispositivos de seguimiento de la actividad física. Es una herramienta de comunicación muy clara para los mensajes de salud pública", comenta la investigadora.
El grupo de investigación combinó las pruebas de 15 estudios que investigaron el efecto de los pasos diarios en la mortalidad por todas las causas entre los adultos de 18 años o más. Agruparon a los casi 50.000 participantes en cuatro grupos comparativos según el promedio de pasos diarios. El grupo con menor número de pasos dio una media de 3.500; el segundo, 5.800; el tercero, 7.800; y el cuarto, 10.900 pasos al día.
Entre los tres grupos más activos que dieron más pasos al día, hubo un riesgo de muerte entre un 40 y un 53 por ciento menor, en comparación con el grupo del cuartil más bajo que caminó menos pasos, según el metaanálisis.
"La principal conclusión es que hay muchas pruebas que sugieren que moverse incluso un poco más es beneficioso, sobre todo para los que hacen muy poca actividad. Dar más pasos al día es mejor para la salud. Y el beneficio en términos de riesgo de mortalidad se nivela alrededor de 6.000 a 8.000 para los adultos mayores y de 8.000 a 10.000 para los adultos más jóvenes", concluye Paluch.