Enfermería y Essity pondrán en marcha un programa dirigido a profesionales para que detecten casos ocultos.
MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Se estima que hasta cuatro millones de personas en España ocultan un problema de incontinencia urinaria por vergüenza o resignación, ha recordado el Consejo General de Enfermería con motivo de la conmemoración, este jueves, del Día Internacional de la afección.
"El estigma asociado a la incontinencia urinaria lleva a los pacientes a evitar hablar de ello, con lo que no pueden ser ni valorados ni adecuadamente controlados", según el organismo, que añade que la incontinencia se ve como un problema de salud "que no revista gravedad al no comprometer la vida del paciente, e incluso se perciba como una consecuencia normal asociada al proceso de envejecimiento".
En este sentido, aunque afección se relacione con la mujer y se asocie a embarazo, menopausia y envejecimiento, Enfermería ha insistido en que puede afectar a ambos sexos y en cualquier etapa de la vida. En concreto, uno de cada cuatro varones sufrirá incontinencia a partir de los 40 años. Además del envejecimiento, el tamaño de la próstata, el Parkinson o el Alzheimer son las causas más habituales.
La ocultación en estos pacientes "es aún mayor", ha precisado el Consejo General de Enfermería, que ha matizado que "con tal de no consultar, estos pacientes llegan a recurrir a métodos de los más variopinto, como utilizar papel higiénico como absorbente e incluso preservativos para evitar fugas, con el riesgo de padecer infecciones de orina que esto conlleva".
"Es muy importante nuestro acercamiento al paciente porque él, por sí mismo, no va a contar lo que le pasa. Lo que solemos hacer es comenzar con una entrevista general en la que le preguntamos si es fumador o si consume alcohol, para luego pasar a una entrevista dirigida con preguntas abiertas en las que intentamos abordar el tema con cuestiones sobre si tiene problemas al orinar, si alguna vez ha usado algún protector o dispositivo por algún escape de orina y ahí es ya cuando el paciente empieza a hablar", ha indicado la enfermera de Atención Primaria Mayte Pérez.
En este sentido, el Consejo ha recordado el programa formativo que pondrá en marcha con Essity para dotar a las enfermeras de Atención Primaria y otras áreas que traten a estos pacientes, de las competencias y habilidades necesarias para detectar casos ocultos de incontinencia y prescribir el mejor tratamiento posible.
MUJER JOVEN O EDAD AVANZADA
Enfermería también se ha referido a la mujer afectada y ha especificado que estudios epidemiológicos señalan que el problema afecta aproximadamente a un tercio de las mujeres en edad laboral y a la mitad de ellas si se consideran la edad avanzada.
En estos casos, "la enfermera es también un valor añadido no sólo en el diagnóstico e instauración del tratamiento más adecuado, sino también en la prevención, ya que, muchos de estos casos pueden evitarse si se actúa a tiempo, por ejemplo, mediante los ejercicios de suelo pélvico", según el Consejo.
En cuanto a los afectados de edad avanzada, la prevalencia de la incontinencia urinaria es "creciente" debido a tener una población cada vez más envejecida.
"Debemos poner el acento en los cuidados. Hasta ahora, nuestros sistemas de salud estaban pensados para ocuparse de pacientes jóvenes con problemas agudos pero, cada vez más, debemos pensar en pacientes crónicos y población mayor y es ahí donde la enfermera desempeña un papel fundamental", ha explicado el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.
Además, en población mayor, la incontinencia "se acompaña de inestabilidad y dificultad de movimientos, por lo que estas personas viven pendientes de tener un baño cerca ya que, cuando les llega la urgencia, deben acudir rápidamente. Esa urgencia añadida a los problemas de movilidad supone, además, un mayor riego de tropezar y sufrir caídas con el riesgo de fractura y las consecuencias fatales que esto puede acarrearles", ha precisado el Consejo.
SOLUCIONES
En referencia a las soluciones para la incontinencia urinaria, el organismo se ha referido a los absorbentes que, según la enfermera Pérez, "han evolucionado muchísimo". "Actualmente indicamos unos u otros atendiendo no sólo ya a la talla sino a su movilidad, grado de dependencia, si es que tiene, e incluso tipo de piel", ha indicado la enfermera, pero ha reivindicado que para hacerlo "las enfermeras debemos estar formadas".
Por otra parte, Mayte Pérez ha incidido en que la enfermera "es la encargada de explicar al paciente o familiar, en su caso, cómo colocarlo y utilizarlo adecuadamente para evitar prácticas poco aconsejables y que, desgraciadamente, se dan en algunos casos e incluso en residencias, como poner dos pañales pensando, erróneamente, que absorberán más y habrá que hacer menos cambios".
"Una enfermera bien formada contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes con incontinencia urinaria y les ayuda a romper con ese aislamiento y pérdida de autoestima que sufren muchos de ellos. Pero para ello es necesario que se atrevan a hablar del problema aquí, también, la enfermera, como profesional sanitario más cercano al paciente", ha apuntado Pérez Raya.
El presidente del Consejo General de Enfermería también ha insistido en "la accesibilidad y cercanía de la enfermera" que, a su juicio, es "clave" para conseguir que los pacientes que padecen incontinencia superen cualquier barrera emocional, reconozcan su problema y reciban el tratamiento más adecuado.