MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) asegura que unos tres gramos de sal yodada al día, cantidad que cabe en una "cucharadita de café", puede ser suficiente para prevenir la deficiencia de yodo y los problemas de tiroides que esto conlleva.
Así lo ha afirmado el doctor Lluis Vila Ballester, coordinador del Grupo de Trabajo de Trastornos de la Deficiencia de Yodo-Disfunción Tiroidea de esta entidad, reconociendo que España ha tenido un bajo consumo de yodo, lo que ha provocado un aumento del tamaño de la glándula tiroides en una importante proporción de la población ya que "para su funcionamiento necesita yodo".
Para la población, en general, incluyendo a los niños en edad escolar, se aconseja que al día consuman unos 150 microgramos de yodo al día, "una cantidad que puede obtenerse fácilmente consumiendo sal yodada".
"De ningún modo se trata de aumentar el consumo de sal, sencillamente cambiar la sal común o marina por la sal yodada", explica el doctor Vila.
De hecho, algunas comunidades autónomas, como Asturias, Galicia, Andalucía y Castilla y León, ya han normativizado que la sal yodada sea la que se utilice en los comedores escolares, asegura el doctor, ya que la deficiencia de yodo lleva asociadas alteraciones relacionadas con el correcto crecimiento de los niños u otras que afectan al desarrollo intelectual.
Además, para evitar esta deficiencia también recomienda consumir pescado de mar --ya que en el mar es donde se concentra la mayor cantidad de yodo-- o el consumo de leche, alimento rico en yodo.
Con respecto a las mujeres embarazadas, "las necesidades de yodo aumentan significativamente", siendo preciso que consuman "no menos de 250 microgramos al día", asegura el experto.
"Si la sal yodada estuviera presente en la cadena alimentaria a todos los niveles, la ingesta de yodo con la alimentación de cada día, sería, muy probablemente, suficiente", explica el doctor Vila.
No obstante, algunos estudios efectuados en población escolar en distintas zonas de España han demostrado una gran mejoría del consumo de este elemento.
Para comprobar este incremento, la SEEN y Merck Serono han decidido realizar el estudio 'Tirokid', en el que participarán más de 3.000 escolares de entre 6 y 7 años y con el que pretenden conocer si la nutrición de yodo de la población escolar es la adecuada.
Además, se podrán establecer comparativas de los niveles de yodo y la prevalencia de su déficit entre distintas zonas geográficas de España.