MADRID, 1 Mar. (EDIZIONES) -
La rodilla, como todas las articulaciones, nos permite hacer movimientos y realizar las diferentes actividades a las que estamos acostumbrados, seguir con nuestras rutinas y vivir nuestro día a día. Sin embargo, con el paso de los años es frecuente escuchar a muchas personas que se quejan de dolor de rodilla.
Según destaca el traumatólogo y especialista en rodilla Marc Ferrer, del Hospital Clínic de Barcelona, durante una entrevista con Infosalus, con el paso del tiempo la rodilla muchas veces se ve afectada, nos duele, y aparece la artrosis, derivada de ese paso del tiempo, del desgaste generado por el ejercicio y por el día a día.
"Implica la desaparición parcial o total del cartílago de la rodilla. Es una situación que se convierte prácticamente en normal en nuestro día a día a partir de los 55-60 años. Esta artrosis se da por microtraumatismos de repetición, por las exigencias de la actividad deportiva, que se dan durante toda nuestra vida hasta que las diagnosticamos", reconoce este experto.
Así, centramos este artículo en cuáles son las pautas que podemos seguir en nuestro día a día a la hora de cuidar de nuestras rodillas, una articulación que soporta gran parte de la carga de nuestro cuerpo y que tiene una elevada movilidad.
Como primer aspecto a cuidar, el doctor Ferrer habla del deporte y subraya que nos suelen encantar aquellos que más exigen a estas articulaciones, tipo el pádel, el futbol, el voleibol, el o por ejemplo el baloncesto, que practicamos de forma tan intensa y con los que poco a poco vamos desgastando nuestras rodillas.
"Cualquier ejercicio llevado al extremo por repetición provoca un desgaste o una inflamación en los tejidos de la articulación. El salto, el pivotaje, los cambios bruscos de orientación dentro de la actividad deportiva podrían ser un ejemplo, y el agacharse bruscamente también como algo contraproducente para estas", remarca este experto del Hospital Clínic.
CUIDADO CON SUBIR MUCHAS ESCALERAS
Otro ejemplo del día a día que no siempre es beneficioso para nuestras rodillas es el subir escaleras: "Si se suben y bajan muchas veces lo que sucederá es que esa persona tendrá más tendencia a tener dolor de rodilla que no otra que no lo haga".
A su juicio, en nuestro día a día las pueden dañar igualmente cualquier acción o actividad que implique repeticiones frecuentes, como el correr, el hacer 'steps', sentadillas, por ejemplo. "El hacer cualquier actividad cotidiana muy repetida puede provocar una sobrecarga en la articulación", insiste el doctor Ferrer.
Otro ejemplo que desaconseja totalmente en el día a día es el estar de rodillas, es decir, el estar arrodillado con las rodillas en el suelo: "Conviene evitarlo al máximo posible porque puede producir una inflamación del cartílago de la rótula por presión directa, así como evitar mantenerse en cuclillas mucho rato por la compresión en los meniscos".
PEQUEÑOS GESTOS PARA PROTEGERLAS EN EL DÍA A DÍA
Con todo ello, este especialista en rodilla del Hospital Clínic de Barcelona destaca que lo más importante para cuidar de nuestras rodillas es mantener una actividad física moderada y constante, porque ayuda a mantener la fuerza, a conservar el rango de movilidad de la articulación, y a mantener las articulaciones activas.
Además, el doctor Ferrer mantiene que la musculatura da estabilidad a las articulaciones y hace que nosotros las sintamos más seguras. "En cuanto al ejercicio, realizar una actividad física moderada constante y variada. Si corremos, por ejemplo, no conviene hacerlo en días consecutivos para darle la ocasión a la articulación de recuperarse. Es mejor ir alternando ejercicios que no siempre impliquen a las mismas articulaciones. La idea es evitar la repetición de deportes y alternarlos para mantener todo el cuerpo bien entrenado, y no sobrecargar ninguna articulación", sostiene el traumatólogo.
Por otro lado, ve también fundamental a la hora de cuidar de nuestras rodillas el mantener un peso adecuado porque las rodillas son una articulación que soporta gran parte de las cargas de nuestro cuerpo, y cuanto más pese el organismo, más tendrán que soportar nuestras rodillas y, en definitiva, más rápido se van a desgastar.
Sobre la alimentación, el especialista del Hospital Clínic de Barcelona sostiene que no hay nada demostrado científicamente al respecto; y en cambio, sí recomienda a la hora de cuidarlas que se use un calzado adecuado o específico para cada uno. "En caso de iniciar una actividad deportiva más exigente es preciso que la persona se ponga en manos de un experto para hacer un estudio de la marcha, como por ejemplo en el caso de los corredores. En estos casos sí necesitan algún calzado especial para evitar lesiones", mantiene el doctor Ferrer.
