MADRID 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
La 'sobredosis' de suplementos de vitamina D es posible y perjudicial, advierten los médicos en la revista 'BMJ Case Reports' después de haber tratado a un hombre que necesitó ser ingresado en el hospital por su excesiva ingesta de vitamina D.
La 'hipervitaminosis D', como se conoce antiguamente este trastorno, va en aumento y está relacionada con una amplia gama de problemas de salud potencialmente graves, destacan.
El caso se refiere a un hombre de mediana edad que fue remitido al hospital por su médico de cabecera tras quejarse de vómitos recurrentes, náuseas, dolor abdominal, calambres en las piernas, tinnitus (pitidos en el oído), sequedad de boca, aumento de la sed, diarrea y pérdida de peso (12,7 kg).
Estos síntomas llevaban casi 3 meses, y habían empezado aproximadamente un mes después de que empezara un régimen intensivo de suplementos vitamínicos por consejo de un terapeuta nutricional.
El hombre había tenido varios problemas de salud, como tuberculosis, un tumor en el oído interno (schwannoma vestibular izquierdo), que le había provocado sordera en ese oído, una acumulación de líquido en el cerebro (hidrocefalia), meningitis bacteriana y sinusitis crónica.
Había estado tomando diariamente altas dosis de más de 20 suplementos de venta libre que contenían: vitamina D 50000 mg -el requerimiento diario es de 600 mg o 400 UI-; vitamina K2 100 mg (requerimiento diario 100-300 microgr); vitamina C, vitamina B9 (folato) 1000 mg (requerimiento diario 400 microgr); vitamina B2 (riboflavina), vitamina B6, omega-3 2000 mg dos veces al día (requerimiento diario 200-500 mg), además de varios otros suplementos vitamínicos, minerales, nutritivos y probióticos.
Una vez que se desarrollaron los síntomas, dejó de tomar su cóctel diario de suplementos, pero sus síntomas no desaparecieron.
Los resultados de los análisis de sangre ordenados por su médico de cabecera revelaron que tenía niveles muy altos de calcio y niveles ligeramente elevados de magnesio. Y su nivel de vitamina D era 7 veces superior al requerido para ser suficiente.
Los análisis también indicaban que sus riñones no funcionaban correctamente (lesión renal aguda). Los resultados de varias radiografías y escáneres para comprobar la presencia de cáncer eran normales.
El hombre permaneció en el hospital durante 8 días, durante los cuales se le administraron líquidos intravenosos para limpiar su sistema y se le trató con bifosfonatos --fármacos que normalmente se utilizan para fortalecer los huesos o reducir los niveles excesivos de calcio en la sangre--.
Dos meses después del alta hospitalaria, su nivel de calcio había vuelto a la normalidad, pero su nivel de vitamina D seguía siendo anormalmente alto.
Los autores escriben que "en todo el mundo hay una tendencia creciente a la hipervitaminosis D, una condición clínica caracterizada por niveles elevados de vitamina D3 en suero", siendo las mujeres, los niños y los pacientes quirúrgicos los más afectados.
Los niveles recomendados de vitamina D pueden obtenerse a través de la dieta (por ejemplo, hongos silvestres, pescado azul), de la exposición a la luz solar y de los suplementos.
"Dado su lento recambio (vida media de aproximadamente 2 meses), durante el cual se desarrolla la toxicidad de la vitamina D, los síntomas pueden durar varias semanas", advierten los autores.
Los síntomas de la hipervitaminosis D son numerosos y variados, señalan, y están causados principalmente por el exceso de calcio en la sangre. Incluyen somnolencia, confusión, apatía, psicosis, depresión, estupor, coma, anorexia, dolor abdominal, vómitos, estreñimiento, úlceras pépticas, pancreatitis, hipertensión arterial, ritmo cardíaco anormal y anomalías renales, incluida la insuficiencia renal.
También se han notificado otras características asociadas, como queratopatía (enfermedad ocular inflamatoria), rigidez articular (artralgia) y pérdida de audición o sordera, añaden.
Este es sólo un caso, y aunque la hipervitaminosis D está aumentando, sigue siendo relativamente infrecuente, advierten los autores.
No obstante, la terapia complementaria, incluido el uso de suplementos dietéticos, es muy popular y la gente puede no darse cuenta de que es posible tener una sobredosis de vitamina D, o de las posibles consecuencias de hacerlo, dicen.
"Este caso pone de manifiesto la posible toxicidad de unos suplementos que se consideran en gran medida seguros hasta que se toman en cantidades o combinaciones inseguras", concluyen.