Según su cultura, los niños se enfrentan de manera diferente a sus compañeros

Archivo - Niño sentado en una escalera, triste, deprimido.
Archivo - Niño sentado en una escalera, triste, deprimido. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / FZANT - Archivo
Publicado: miércoles, 29 diciembre 2021 7:29

MADRID 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio, el primero de este tipo, ha demostrado que los niños de todo el mundo desafían a sus compañeros si rompen las "reglas", pero la forma en que las desafían varía según las culturas, según publican en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

La investigación, dirigida por la Universidad de Plymouth (Reino Unido) y la Universidad Libre de Berlín (Alemania), analizó el comportamiento de 376 niños de entre cinco y ocho años de ocho sociedades de África, Asia, Europa y Sudamérica.

Se enseñó a los niños a jugar a un juego de clasificación de bloques: a la mitad se les enseñó a clasificar los bloques por colores y a la otra mitad a clasificarlos por formas. A continuación, se les puso en parejas: uno jugaba y el otro observaba.

La investigación demostró que los observadores intervenían más a menudo cuando el otro niño parecía jugar con las reglas equivocadas. Cuanto más intervenía un niño, más probable era que su compañero cambiara su comportamiento. El estudio también demostró que el tipo de intervención variaba: los niños de zonas rurales recurrían más a la protesta verbal imperativa que los de zonas urbanas.

El estudio es el primero que analiza el comportamiento de los niños ante la violación de las normas en todas las culturas del mundo, y contribuye a entender cómo las normas permiten a las personas lograr la coordinación y la cooperación.

La autora principal, la doctora Patricia Kanngiesser, de la Universidad de Plymouth, revela que "lo novedoso de este estudio es que hemos observado los comportamientos de los niños y hemos viajado por todo el mundo para hacerlo; no hemos preguntado a los niños lo que pretendían hacer, sino que hemos medido lo que realmente hicieron en las interacciones sociales de la vida real".

"También fue muy interesante ver que la forma en que los niños se corregían entre sí variaba según el lugar --prosigue--. Para nuestra sorpresa, los niños de comunidades rurales de pequeña escala protestaban tanto o más que los niños de entornos urbanos. Suponíamos que, como todo el mundo se conoce en las comunidades a pequeña escala, las intervenciones directas serían menos habituales, ya que la gente podía confiar en formas más indirectas, como la reputación, para garantizar el cumplimiento de las normas. Pero en realidad descubrimos lo contrario".

Avanza que "el siguiente paso es explorar más a fondo qué motiva a los niños a intervenir y cómo aprenden a hacerlo. Por ejemplo, si aprenden de los adultos o de los niños mayores de su entorno cómo reaccionar ante el incumplimiento de las normas".