MADRID, 5 Jul. (EDIZIONES) -
El dolor de cabeza o cefalea es un síntoma bastante frecuente en Pediatría. No obstante, se trata de síntoma que preocupa más de una vez a los padres porque hay enfermedades graves, aunque poco frecuentes, como la meningitis o los tumores cerebrales, que pueden producirlo.
En 'Dos Pediatras en casa' (Zenith), Elena Blanco y Gonzalo Oñoro son una pareja de médicos especialistas en Pediatría, y padres de dos hijos que nos desvelan todo lo que debemos conocer sobre el dolor de cabeza en la infancia.
En una entrevista con Infosalus, Oñoro subraya la importancia de que, aunque sea un síntoma bastante frecuente, sí es importante que los padres identifiquen cuáles son los signos de alarma sobre un dolor de cabeza que puede tener detrás una enfermedad grave.
"Lo que hay que tener claro son los signos de alarma: en niños pequeños, por debajo de los 5-6, sobre todo si es mantenido, si es puntual no pasa nada, si provoca vómitos, somnolencia, cambios en el comportamiento o les despierta por la noche", sostiene el pediatra.
Mientras, Elena Blanco indica que en edades por encima de 5-6 pueden tener lugar las cefaleas por estrés, o incluso las migrañas, sobre todo en hijos de padres con migrañas. "Sí que a partir de ciertas edades, de los 9 más o menos, suele ser un motivo de consulta bastante frecuente, y que se debe descartar mediante un análisis de la historia clínica del paciente. Puede ser útil en estos casos hacer un calendario de frecuencia e intensidad de dolor de cabeza", apostilla la pediatra.
A su vez, reconoce que situaciones estresantes que puedan estar viviendo los niños, emocionales, como un divorcio de padres, o por ejemplo el confinamiento, pueden provocar dolores de cabeza en los menores porque estos no son capaces de mostrar su tristeza o su estrés, y el dolor de cabeza puede ser sintomático. Oñoro en este sentido avisa de que también se están viendo bastantes casos de dolores de cabeza tensionales, y como consecuencia del aumento del uso de pantallas en el día a día.
Aseguran igualmente que es habitual que los niños padezcan cefalea, y su frecuencia aumenta a medida que se van haciendo mayores, sobre todo cuando se acercan a la adolescencia. "A medida que el niño va creciendo la cefalea se vuelve más habitual, hasta convertirse en un síntoma al menos tan frecuente como en la edad adulta, y que puede aparecer, por ejemplo, cuando los niños están cansados o han dormido mal", agregan.
'Dos pediatras en casa' apuntan también que en los más pequeños no es raro que aparezcan asociados a procesos agudos infecciosos sin mucha importancia, como las otitis, las anginas o los catarros. "En niños mayores, además de en estas circunstancias, el dolor de cabeza puede ser recurrente, como en el caso de jaquecas o migrañas, o las cefaleas tensionales, asociadas al estrés", recuerdan.
En el caso de que un menor presente dolor de cabeza un día, el doctor Oñoro mantiene que los padres deben mantener un ambiente tranquilo, vigilar si aparecieran los signos de alarma antes citados con el paso de los días, y tratar esa cefalea con analgésicos. Ahora bien, advierte de que ese dolor siempre puede aparecer dentro de enfermedades normales como la tos o los mocos y la fiebre.
Para poder adivinar muchas veces por qué les duele la cabeza a los menores, como han señalado antes, puede ser útil la elaboración de un calendario, así como fijarse desde cuándo le duele la cabeza al niño, en qué momentos, si por la mañana o por la noche, cómo describe el niño el dolor, o bien cuál es su localización. "Asimismo es importante saber si la cefalea se acompaña de otros síntomas, ya que no es lo mismo que aparezcan a la vez que un dolor de oídos a que esté asociada a vómitos, fiebre y tendencia al sueño", agregan.
LOS DOLORES DE CABEZA QUE SÍ DEBEN IMPORTAR
En este contexto reseñan que, por supuesto, habrá que tratar la cefalea que acompaña a unas anginas o a un catarro con un analgésico, pero es mucho más importante descartar que el niño no presente otros signos de alarma.
"En ocasiones, estos otros signos aparecen a la vez que enfermedades graves que producen dolor de cabeza, como las meningitis o un tumor cerebral. Son enfermedades poco frecuentes, pero queremos descartarlas cuando atendemos a un niño que le duele la cabeza. Algunos, por ejemplo, son los dolores que aparecen súbitamente, el dolor de reciente aparición que va empeorando, el dolor que despierta al niño por la noche, el dolor matutino o el dolor que se asocia a vómitos y fiebre sin causa justificada. También cuando se acompaña de alteraciones en la exploración neurológica, como la presencia de signos meníngeos, o las alteraciones del nivel de conciencia", apuntan.
En todos estos casos resaltan que "está más que justificada" la visita al pediatra, quien valorará si se trata de una falsa alarma o bien hay que seguir investigando por qué les duele la cabeza a vuestros hijos.