MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado en varias universidades de Suecia ha concluido que la procrastinación está asociada con el desarrollo de problemas de salud, tanto mental como física, nueve meses después.
La investigación, publicada en la revistsa científica 'JAMA Network Open', ha estudiado la procrastinación en una muestra de más de 3.500 estudiantes en tres momentos distintos, con el objetivo de evaluar si la procrastinación se asociaba a peores resultados de salud.
El arte de procrastinar, o esperar hasta el último minuto para completar una tarea es una epidemia educativa entre los estudiantes universitarios en particular, según sugiere el estudio. De acuerdo con sus datos, al menos la mitad de los estudiantes posponen sus tareas hasta el último minuto.
Aunque estudios anteriores han sugerido que los procrastinadores experimentados "controlan mejor su tiempo", estos investigadores afirman lo contrario.
Los autores describieron la procrastinación como "una forma de fracaso autorregulador vinculado a rasgos de personalidad como la impulsividad, la distracción y la baja concienciación", e incluso tiene capacidad para influir en el éxito académico.
"Los estudiantes que cursan estudios universitarios tienen altos niveles de libertad y poca estructura, lo que impone altas exigencias a su capacidad de autorregulación", han concluido los autores del estudio, quienes añaden que esas altas exigencias pueden crear un efecto 'bola de nieve' en las personas propensas a la procrastinación.
Los investigadores seleccionaron la cohorte participante a partir de los datos del estudio Sustainable University Life (Vida universitaria sostenible), que realizó un seguimiento de los estudiantes universitarios suecos durante un año a través de encuestas por Internet. Este estudio más reciente eligió a un conjunto de participantes de diversas disciplinas, aunque se limitaron a determinadas universidades suecas.
Tras las pruebas de referencia, se encuestó a los estudiantes en tres momentos distintos, incluido el noveno mes, que representaba un curso escolar completo. Los investigadores consideraron que ese periodo era "adecuado para que la procrastinación manifestara sus posibles asociaciones con distintos resultados de salud".
En la investigación, los científicos descubrieron que, aunque débiles, existían vínculos entre la procrastinación y una mala salud mental, física y financiera. Aunque la intervención podría no repercutir a gran escala en los resultados generales de salud de los estudiantes, los investigadores afirman que podría aliviar "pequeñas asociaciones".
En resumen, los investigadores instaron a los estudiantes a dejar de dar largas a sus tareas escolares. "Teniendo en cuenta que la procrastinación es frecuente entre los estudiantes universitarios, estos hallazgos pueden ser importantes para mejorar la comprensión de la salud de los estudiantes", han remachado.
En declaraciones a SMC España, el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona y profesor en la Universidad de Barcelona, Eduard Vieta, ha resaltado que los resultados del estudio "no son sorprendentes".
"El artículo tiene cierto interés, aunque los resultados no son particularmente novedosos. El estudio es correcto metodológicamente e indica que aquellos estudiantes que refieren niveles altos de procrastinación (es decir, los que no practican eso de 'no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy') acaban, con el tiempo, refiriendo mayores problemas de salud mental de la esfera de la depresión, ansiedad, y somatizaciones", ha detallado.
El experto ha resaltado que los resultados apuntan a que la identificación de conductas de procrastinación "permitiría identificar precozmente algunos problemas de salud mental". "Es lo mismo que ocurre con el insomnio, por ejemplo, que se sabe que es un predictor de mala salud mental presente y futura, aunque algo inespecífico", ha añadido al respecto.