Demuestran que semaglutida también tiene beneficios en la enfermedad renal crónica
MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
'Ozempic' también tiene un efecto positivo en la enfermedad renal crónica y la obesidad, según demuestra un estudio internacional dirigido por el farmacólogo clínico Hiddo L. Heerspink del Centro Médico Universitario de Groningen (Países Bajos).
Es la primera vez que se ha demostrado que este fármaco contra la diabetes, conocido hoy en día como medio para perder peso, también es eficaz en pacientes con daño renal crónico. Los resultados de este estudio se han publicado en 'Nature Medicine' y se han presentado simultáneamente en el congreso anual de la Sociedad Americana de Nefrología.
El estudio se llevó a cabo en cuatro países: Canadá, Alemania, España y los Países Bajos. La mitad de los 101 participantes recibieron inyecciones de semaglutida durante 24 semanas, mientras que la otra mitad recibió un placebo. El estudio descubrió que la cantidad de proteína en la orina, una medida de resultado que indica el grado de daño renal, se redujo hasta en un 52%.
Además, se descubrió que el grado de inflamación renal disminuyó en un 30%, la caída de la presión arterial de los participantes fue tan grande como la que produce un medicamento para reducir la presión arterial y, en ellos, una medida clave de la insuficiencia cardíaca se redujo en un 33%. Los participantes también perdieron aproximadamente el 10% de su peso.
A Hiddo L. Heerspink se le ocurrió la idea de realizar este estudio al comienzo de la pandemia del coronavirus. Ya había descubierto que otra clase de medicamentos contra la diabetes-2, los llamados inhibidores de SGLT2, también parecían funcionar bien en pacientes con daño renal crónico sin diabetes. Por eso quería investigar si la semaglutida también funcionaría positivamente en pacientes con enfermedad renal crónica y obesidad.
Los primeros participantes comenzaron este estudio en la segunda mitad de 2022. En ese momento, se sabía cada vez más que la semaglutida causaba pérdida de peso. Como resultado, no fue ningún problema entusiasmar a los participantes con este estudio. Muchos pacientes querían el medicamento, pero ya no podían conseguirlo porque la producción no podía satisfacer la demanda. Sin embargo, este estudio les dio un 50% de posibilidades de obtener el medicamento.
Heerspink se muestra muy entusiasmado con estos resultados. "Lo bueno es que el fármaco tiene efectos tanto directos como indirectos sobre los riñones. El fármaco tiene efectos directos sobre los parámetros de inflamación en el riñón y reduce el tejido graso alrededor de los riñones, lo que reduce la cantidad de proteína en la orina. Y también indirectamente porque reduce el peso y la presión arterial de los participantes".
El estudio fue demasiado breve para medir la mejora en la calidad de vida de los participantes o los efectos a medio plazo. "Enviamos a los participantes cuestionarios sobre su dieta. Parecía que sentían menos hambre y, por lo tanto, comían menos".
En cuanto al seguimiento, Hiddo L. Heerspink lo tiene claro: "Todo está en orden para probar este fármaco en un estudio a gran escala. Me gustaría saber si puede conducir a un menor número de diálisis o trasplantes de riñón. Y también me gustaría mucho investigar si este fármaco también funciona positivamente en pacientes con daño renal sin obesidad. Ahora es muy difícil conseguir suficiente medicamento para realizar los estudios debido a su popularidad sin precedentes.