Dentistas alertan de que las personas con discapacidad tienen más riesgo de sufrir patologías bucodentales
MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino, ha alertado este martes de que las personas con algún tipo de discapacidad tienen más riesgo de sufrir patologías bucodentales, por lo que ha señalado la importancia de la prevención y de prestar atención a su cuidado personal.
"La prevención en las personas que padecen algún tipo de discapacidad es doblemente importante. Por una parte, porque el riesgo de sufrir patologías bucodentales es mayor que en la población general; y también, porque evita posibles tratamientos dentales, que, en caso de ser necesarios, suelen ser más complejos", ha explicado Castro con motivo del Día internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra este martes.
Es por ello por lo que ha recomendado que estas personas lleven un alimentación saludable, que acudan periódicamente al dentista y que mantengan una buena higiene bucodental incluso con ayuda, en caso de ser "necesario", pues discapacidades como el autismo, la parálisis cerebral, el síndrome de Down y otras, presentan retos a la hora de realizar las actividades diarias como la higiene oral, según un comunicado del organismo.
En ese sentido, ha recalcado que se debe de tener en cuenta las capacidades intelectuales de cada persona y de sus patrones de comportamiento, que pueden varían según cada uno, así como los problemas de movilidad, neuromusculares o sensoriales que, dependiendo de su grado, pueden dificultar los autocuidados de higiene oral.
Entre las patologías más frecuentes, se encuentran las caries, por una menor capacidad de autocuidados, dietas muy azucaradas y medicación que reduce la producción de saliva; la enfermedad periodontal, por la dificultad para cepillarse los dientes y para usar la seda dental, lo que supone un obstáculo para el mantenimiento de una buena salud gingival y periodontal; o los traumatismos dentales, debido a una menor capacidad de coordinación de movimientos, que pueden provocar fracturas de piezas dentales.
Asimismo, se pueden producir efectos en el esmalte, provocar anomalías dentales (llegando a observarse alteraciones en su número o forma" y o la aparición de maloclusiones, que ocurre en muchas personas con discapacidad del desarrollo, aumentando el riesgo de enfermedad periodontal, caries y traumatismos dentales.
"Las personas discapacidad psíquica moderada-grave o con una limitación motora importante no suelen cepillar sus dientes de forma eficaz, y los que lo intentan, en el mejor de los casos, consiguen eliminar la placa exclusivamente de los dientes de delante. Por tanto, requieren una vigilancia muy estrecha y ayuda directa para realizar un cepillado correcto", ha apuntado Castro.
Tras ello, ha aconsejado cepillar los dientes al menos dos veces al día con pasta dentrífica fluorada para eliminar el biofilm, para lo que existen una "multitud de cepillos manuales con diferentes características", si bien cree que, para las personas con discapacidad, el cabezal debe ser pequeño para evitar provocar náuseas al introducirlo en boca; las cerdas deben ser de dureza media y de puntas redondeadas para evitar daños en los tejidos duros y en las mucosas; y se recomiendan mangos largos y anchos para que puedan manejarlos bien.
Otra opciones son el cepillo de triple cabezal, que recorre simultáneamente varias superficies dentarias y está especialmente indicado para personas con dificultades de aprendizaje; el cepillo eléctrico, altamente recomendado para personas con discapacidad; y el dedal con cerdas de silicona, cuyo empleo en lugar del cepillo debe limitarse a determinadas situaciones, como para pacientes que no toleran los cepillos o con movimientos incontrolados.
El Consejo General de Dentistas también ha instado a infundir "confianza" a las personas con discapacidad, para lo que se debe evaluar su estado emocional y su grado de cooperación en la primera entrevista, durante la que se recomienda la presencia de los padres o de un cuidador para facilitar la comunicación y permitir la transmisión de información relevante, así como usar palabras "tranquilizadoras" y un "tono de voz calmado" para reducir la ansiedad del paciente.
"Cuando un paciente con discapacidad acude a la clínica, se debe implicar todo el equipo, desde el recepcionista hasta el dentista. Manteniendo a todos informados y comprometidos con las necesidades del paciente, la experiencia puede ser mucho más positiva", ha agregado Castro.
La elección del tratamiento también debe depender del tipo de discapacidad, de las reacciones del paciente, de la naturaleza del tratamiento odontológico y de la experiencia del profesional. Para concienciar sobre todo ello, el Consejo General de Dentistas, junto con la Fundación Dental Española, la SEOENE (Sociedad Española de Odontoestomatología para pacientes con Necesidades Especiales) y Oral B, han puesto en marcha la campaña Salud Oral y Discapacidad, donde se puede encontrar material informativo de "gran utilidad".