Dependencia emocional en la pareja, algo cada vez más frecuente en jóvenes, ¿por qué?

Archivo - Pareja de adultos jóvenes juntos al aire libre - MORROWLIGHT/ ISTOCK - ARCHIVO

    MADRID, 15 Oct. (EDIZIONES) -

   Hay parejas sentimentales que presentan dependencia emocional, algo que no es bueno para la salud mental de nadie. Pero es que se trata de un fenómeno que en los últimos años está emergiendo con fuerza entre las parejas de jóvenes. Además, no queda ahí la cosa porque hay personas que realmente buscan esto en el otro, en su compañero, cuando precisamente no es lo que más les conviene para su vida. ¿Por qué?

   Natalia Ortega, que es directora de Activa Psicología, y miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, nos explica en una entrevista con Europa Press Infosalus que una dependencia emocional en una pareja implica que en una relación uno de los miembros se vea incapaz de ser autónomo en el día a día y, además, para avanzar en la vida, en el trabajo, necesitan que el otro miembro de la pareja les reafirme y refuerce constantemente sus capacidades, revise todo lo que hace y le dé su aprobación.

   "Se empieza por algo así y con esa dependencia, igual que pasa con muchas otras, cuando ves que te falta esa persona que te da ese chute no real de autoestima, te incapacitas y crees que no eres válido para llevar la vida por ti mismo; esa falta de autonomía emocional", relata.

DÓNDE ESTÁ EL ORIGEN

   Surge, según explica Ortega, por el tipo de vínculos o apegos que haya tenido la persona desde la infancia: "Si por ejemplo han sido personas sobreprotegidas de pequeños, esto genera en la persona desde niños que en la edad adulta o joven busquen eso en las relaciones, esa sobreprotección y cobijo emocional. Se incuba desde la primera infancia, como todas nuestras cosas que se reflejan en la edad adulta".

   Incluso esta experta habla de que, a veces, se da un vínculo ambivalente, es decir, fruto de esos apegos que hacen al niño indefenso e inseguro porque no sabe bien cuando va a ser castigado o reforzado, y al final esto le genera que el menor esté muy enganchado a esa aprobación del adulto porque se siente indefenso. "Al final, estos patrones de relación se reproducen mucho luego, y se buscan de manera inconsciente en las parejas, aunque se sabe que no benefician", reconoce.

   Por otro lado, esta psicóloga señala que el previo de las experiencias de las relaciones sentimentales que se hayan tenido marca "y mucho" para las venideras, y la continuidad de las mismas; es decir, "si en tu primera juventud mantenías una relación con dependencia emocional, lo lógico en las siguientes es que también la busques", tal y como advierte.

HA SUBIDO LA DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LAS RELACIONES

   Sobre su frecuencia, la directora de Activa Psicología, dice que se está encontrando mucho en consulta con este tipo de relaciones, y en gran parte esta experta lo achaca al efecto que las redes sociales producen sobre nosotros y por el que nos hace ser muy dependientes.

   "En consulta ves que ha subido altamente la dependencia emocional en las relaciones sentimentales, y sobre todo entre los jóvenes curiosamente, y a la hora de que esa pareja valide tu físico, tu valía en el trabajo, o incluso a tus amigos. Lo que sucede es que en las etapas adultas hay relaciones dependientes que, en muchos casos, acaban en divorcio, y al final se enganchan en otra relación dependiente", subraya.

   A su juicio, están haciendo mucho daño las redes sociales y la baja tolerancia a la frustración que generan las pantallas, y la aprobación que hay detrás de ellas, reconoce Natalia Ortega: "Ante el primer fracaso de una relación se vienen abajo todo y se agarran a relaciones de pareja con tal de no sufrir, aunque realmente sufran. La inmediatez en todo, en que todo sea muy satisfactorio, que impera en las redes sociales se ve reflejada en esa persona que conforma conmigo una pareja y cuyo refuerzo continuo me da mucho subidón. Eso sí, en el medio medio y largo plazo te destruye, pero en el momento es tan potente que no lo rechazas. Muchas relaciones se basan en ese disfrute inmediato, aunque luego le vayan a hacer daño a la otra persona".

   Es más, sostiene que, al final, este tipo de relaciones lo que hacen es que, "de manera paulatina y sutil" favorecen la tolerancia a determinadas cosas o aspectos que invalidan al otro, y a pesar de ello se les suele justificar, como que un miembro de la pareja reduzca su círculo de amigos porque no lo aprueba el otro, o un mayor control sobre su vida, y todo justificado en que la persona le quiere mucho. "Esas heridas que se hacen poco a poco favorecen el que en una relación sea insoportable para la persona dependiente porque está perdida", subraya Natalia Ortega.

CÓMO AFECTA A LOS JÓVENES

   Así, esa dependencia emocional, cada vez más frecuente en las relaciones sentimentales de los jóvenes, según esta miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, apunta que les provoca ansiedad, o un bajo estado de ánimo cuando la relación se rompe, o incluso ideas de desesperanza vital muy grandes, o de suicidio, así como aislamiento social.

   "Afecta de manera significativa en estas áreas. Pero también si la pareja valida mucho el físico de la persona en la dependiente pueden darse inicios de trastorno de conducta alimentaria", agrega.

   Sin ir más lejos, cuenta que una paciente empezó su carrera y la becan para unas prácticas y todo esto tiene que pasar por el filtro de la pareja, quien hizo que rechazara la oportunidad, e incluso dejara la carrera universitaria. "Cuando se enfrentaba a su pareja era incapaz de poner el límite, y ahora ha dejado su carrera y ha renunciado a una proyección profesional y académica", remarca esta psicóloga.

CUÁNDO PEDIR AYUDA

   Sobre todo hay que pedir ayuda, según prosigue, cuando se pierden los momentos de felicidad y de independencia dentro de una pareja, y "se tiene la sensación del que está enganchado a una sustancia"; y si por lo que sea esa persona no está en un momento determinado y no tienes su refuerzo y validación te vienes abajo y dejas de funcionar en las esferas de tu vida, es ahí cuando también se debe pedir ayuda.

   "Deberíamos acudir todos a terapia, pero acuden cuando ya les afecta a partes elementales de la vida, como el sueño, notar que tienes por ejemplo episodios de ansiedad, menos ganas de hacer cosas. Cuando, en definitiva, te afecta a nivel emocional algo, ahí hay que pedir ayuda", destaca Natalia Ortega.

CONSEJOS PARA CASA

   Para evitar esto en la vida adulta, asimismo, defiende que hay que empezar a trabajarlo desde las familias, a través de la comunicación con los hijos, favorecerla siempre, y saber con quienes se relacionan nuestros hijos; y desde pequeños reforzar esa seguridad y mejor autoconcepto y autoestima, "saber transmitírselo a los hijos, y así en la edad adulta serán capaces de decantarse por aquellas relaciones más sanas, y no elegir a aquellas personas que les generen esa dependencia emocional".

   Dentro de ese trabajo de autoestima de los niños, uno de los trabajos que se debe realizar, tal y como considera, es que desde pequeños es necesario que se frustren: "Cuando les enseñas a tolerar la frustración les muestras que ante cualquier adversidad hay soluciones. Esto no significa que no valgas como persona, sino que ha habido un acontecimiento que no ha salido bien, pero que lo tienes que seguir intentando. Es el pilar fundamental para una autoestima más sana, que es la buena tolerancia a la frustración".

   Por último, la psicóloga Natalia Ortega pide no olvidar que si tenemos hijos, los padres somos sus referentes, y si vivimos una relación de dependencia emocional les enseñamos que es una relación normal y esto ser perpetuará.