Los deportes de impacto aumentan el riesgo de lesiones en los meniscos, según expertos

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Archivo - Dolor en la rodilla, pierna, playa, ejercicio, menisco - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / GRINVALDS - Archivo
Publicado: lunes, 29 abril 2024 11:17

MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los deportes de impacto y con giros, como el balonmano, el rugby, el fútbol o el baloncesto, son los que más lesiones provocan en los meniscos, sobre todo en mujeres, según los expertos en Traumatología del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi, los doctores Nuria Urquiza y Miguel Ángel Romero.

Situados entre el fémur y la tibia, los meniscos tienen dos tareas fundamentales: por una parte, "amortiguar los impactos que sufre la rodilla", ya sean directos o torsionales, y la segunda "distribuir las cargas y el peso", explica la doctora Urquiza.

La causa más frecuente de lesión suele ser un giro o torsión brusca que afecta a las partes más débiles del menisco, lo que lo convierte en una de las patologías deportivas más comunes. En el caso de las mujeres, factores adicionales como la anatomía de las piernas, más en forma de X, el desarrollo muscular y las fluctuaciones hormonales, aumentan el riesgo de lesión.

Por su parte, el doctor Miguel Ángel Romero precisa que el tipo de lesión puede variar desde inflamaciones menores, conocidas como meniscopatías, hasta roturas graves como la rotura en asa de cubo o de las raíces.

Pero no solo el deporte es culpable, "incluso las actividades cotidianas como levantarse de una posición de cuclillas pueden desencadenar una lesión. Lo habitual es sentir o notar un crac seco dentro de la rodilla", apunta Romero.

DIAGNÓSTICO PRECISO Y TRATAMIENTO PERSONALIZADO

A este respecto, el doctor Miguel Ángel Romero precisa que para determinar el tratamiento adecuado, es importante desarrollar un diagnóstico preciso.

"Exploramos la rodilla con detenimiento, si hay o no inflamación, conversamos con el paciente para que nos explique cómo es dolor que siente y qué actividad estaba realizando. Si todo ello nos hace sospechar que hay lesión, la indicación es una resonancia magnética que permite visualizar con claridad el problema", detalla el experto.

En este sentido, las opciones de tratamiento varían desde el enfoque conservador hasta la cirugía, y dentro de la cirugía hay diversas opciones. El tratamiento conservador puede incluir reposo, fisioterapia y medicación, mientras que la cirugía puede implicar recortar la parte dañada del menisco o realizar una reparación más intensiva.

La cirugía se lleva a cabo mediante una artroscopia, un procedimiento que permite visualizar todas las estructuras internas de la rodilla como el cartílago, los ligamentos y los meniscos internos y externos.

Dependiendo de la gravedad, ubicación de la lesión y otros factores, como la edad del paciente, si tiene o no una vida activa y la presencia de otras lesiones, se puede optar "por la sutura meniscal o una meniscectomía", explica la doctora Urquiza.

Ambos procedimientos se realizan mediante la técnica artroscópica, ya que resulta menos invasivas que otros métodos, y en muchos casos, los pacientes pueden "abandonar el hospital el mismo día de la intervención o a la mañana siguiente", añade.

En el caso de la sutura meniscal, el menisco se conserva íntegro y este procedimiento presenta mejores resultados a largo plazo. En cambio, el tiempo de recuperación total se alarga respecto a la meniscectomía. El paciente deberá permanecer tres semanas sin apoyar la pierna. Tras ese periodo, se inicia la rehabilitación, que puede prolongarse durante varios meses.

No obstante, tras la meniscectomía, se recomienda al menos una semana de reposo relativo y rehabilitación posterior. Al cabo de un mes y medio o dos meses podrá realizar vida normal, incluyendo el ejercicio deportivo, según concluyen ambos expertos.