MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio, realizado por un grupo de investigadores norteamericanos, ha identificado factores genéticos comunes tanto en la depresión como en la enfermedad de Alzheimer (EA). Además, encontraron que la depresión jugó un papel causal en el desarrollo del Alzheimer, y aquellos con peor depresión experimentaron una disminución más rápida de la memoria.
El estudio, que aparece en 'Biological Psychiatry' publicado por 'Elsevier', realizó un análisis de asociación de todo el genoma (GWAS), una técnica que escanea todo el genoma en busca de áreas comunes asociadas con condiciones particulares.
El GWAS identificó 28 proteínas cerebrales y 75 transcripciones, los mensajes que codifican las proteínas, que estaban asociadas con la depresión. Entre ellos, 46 transcritos y 7 proteínas también se asociaron con síntomas de EA. Los datos sugieren una base genética compartida para las dos enfermedades, lo que puede impulsar el aumento del riesgo de EA asociado con la depresión.
La coautora principal Aliza Wingo, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, Atlanta, EEUU, afirma que este trabajo plantea "la posibilidad de que haya genes que contribuyan a ambas enfermedades. Si bien la base genética compartida es pequeña, los hallazgos sugieren un papel causal potencial de la depresión en la demencia".
Aunque estudios previos habían examinado la EA y la depresión usando GWAS, el trabajo actual se hizo más poderoso al usar conjuntos de datos más grandes y recientemente disponibles que revelaron información más detallada.
"Este estudio revela una relación entre la depresión y la enfermedad de Alzheimer y la demencia relacionada a nivel genético. Esto es importante porque puede explicar, al menos en parte, la asociación epidemiológica bien establecida entre la depresión y un mayor riesgo de demencia", explica el coautor principal Thomas Wingo.
"Esta relación plantea la cuestión de si el tratamiento de la depresión puede mitigar el riesgo de demencia. Identificamos genes que pueden explicar la relación entre la depresión y la demencia aquí que merecen más estudio. Dichos genes pueden ser importantes objetivos de tratamiento tanto para la depresión como para la reducción del riesgo de demencia", añade Wingo.
"Los costos de la depresión tratada de manera ineficaz continúan aumentando. Cada vez hay más pruebas de que el trastorno depresivo mayor aumenta el riesgo de enfermedad de Alzheimer, pero hay poca información sobre esta relación. Este innovador estudio, que vincula los mecanismos de riesgo genético con los cambios moleculares en el cerebro, proporciona el vínculo más claro hasta la fecha que respalda la hipótesis de que la depresión desempeña un papel causal en la biología de la enfermedad de Alzheimer", señala John Krystal, editor de Biological Psychiatry.
"Esto no quiere decir que si uno tiene un episodio de depresión la demencia sea un resultado inevitable. En cambio, sugiere que la depresión tratada de manera ineficaz puede agravar la biología de la enfermedad de Alzheimer, acelerando potencialmente la aparición de los síntomas y aumentando la tasa de deterioro funcional", concluye.