El derrame de rodilla podría ser una señal de la enfermedad de Lyme

Actualizado: lunes, 16 noviembre 2015 7:50

   MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Un derrame espontáneo de rodilla, también conocido como 'agua en la rodilla', puede ser un síntoma principal de enfermedad de Lyme, incluso cuando los pacientes no presentan una erupción 'ojo de buey', otro síntoma común de la enfermedad de Lyme.

   Según una revisión de la literatura que aparece en la edición de noviembre de 'Teh Journal of the American Academy of Orthopaedic Surgeons' (JAAOS), el diagnóstico precoz y el tratamiento con antibióticos puede prevenir el desarrollo de síntomas más severos de la enfermedad de Lyme.

   La borreliosis de Lyme o la enfermedad de Lyme -la patología más común transmitida por insectos-- es frecuente en el noreste y las regiones del Medio Oeste alto de Estados Unidos. Cada año se informa de más de 30.000 casos a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses y, probablemente, pueden producirse más de 300.000 casos nuevos, pero no se informa sobre ellos.

   "Es importante detectar y tratar la enfermedad de Lyme temprana debido a que los síntomas empeoran progresivamente con el tiempo", subraya Elizabeth Matzkin, autora principal del estudio y profesora asistente de Cirugía Ortopédica en la Escuela de Medicina de Harvard, Estados Unidos.

   "Sin embargo, puede llevar tiempo realizar pruebas de laboratorio para diagnosticar la enfermedad de Lyme y hay ciertas circunstancias en las que puede ser recomendable el tratamiento antibiótico inmediato antes de que los resultados de laboratorio estén completos", agrega.

   El actual estándar de atención para el diagnóstico de la enfermedad de Lyme es una prueba de sangre de dos niveles. Los tratamientos con antibióticos tienen éxito en el 99 por ciento de los pacientes que son diagnosticados temprano y en el 90 por ciento de los que tienen un diagnóstico más tarde. Si no se trata, el 60 por ciento de los pacientes finalmente desarolla artritis de Lyme, con los casos más graves que tienen mayor riesgo de daño articular permanente.

   "La mitad de los pacientes no recuerda una picadura de garrapata o no han visto una erupción y los primeros síntomas no siempre se detectan cuando un médico diagnostica un derrame de rodilla --dice Matzkin--. Uno de los factores diferenciadores más notables es que mientras las sepsis de rodilla o las rodillas artríticas por lo general generan dolor significativo, los derrames de rodilla causados por la enfermedad de Lyme son a menudo muy grandes, sin relación con la actividad y, en su mayoría, sin dolor".

Los primeros síntomas de la enfermedad de Lyme, que incluyen fatiga, escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares y ganglios linfáticos inflamados, se producen entre tres y 30 días después de la exposición y no siempre están presentes.

   En las zonas donde la enfermedad de Lyme es común, los médicos siempre deben considerar si la presencia de un derrame de rodilla espontáneo puede haber sido provocado por la enfermedad y, en consecuencia, realizar la prueba diagnóstica. En las zonas de baja prevalencia, el médico debe preguntar si el paciente ha viajado a una región antes de hacer un diagnóstico.

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