Desarrollan una herramienta genómica para detectar la resistencia antibiótica en 'Pseudomonas aeruginosa'

Personal investigador del CIBERINFEC al frente de la investigación. - CIBER

MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

Personal investigador del área de Enfermedades Infecciosas del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERINFEC), en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria Islas Baleares (IdISBa) y el Hospital Universitario Son Espases, han desarrollado una herramienta genómica capaz de identificar la resistencia antibiótica en infecciones por Pseudomonas aeruginosa directamente a partir de muestras biológicas, sin necesidad de un cultivo previo.

"Pseudomonas aeruginosa es un causante frecuente de infecciones crónicas y hospitalarias, con una notable capacidad para desarrollar resistencia a los antibióticos a través de mutaciones genéticas. Esto muchas veces deriva en el fracaso del tratamiento, complicando la recuperación de los pacientes", ha explicado el líder del estudio e investigador principal en el CIBERINFEC, Antonio Oliver Palomo.

Los resultados del estudio, publicados en 'eBioMedicine', muestran que la nueva herramienta es más efectiva que los métodos tradicionales basados en cultivos, ya que reduce considerablemente el tiempo de diagnóstico y mejora la identificación temprana de resistencias. Esto "es esencial para ajustar los tratamientos a tiempo y evitar que los pacientes no respondan a las terapias", ha resaltado la colíder del estudio y miembro del grupo CIBERINFEC-IdISBa, Carla López Causapé.

Asimismo, este avance abre la puerta a tratamientos personalizados en función de la resistencia antimicrobiana detectada, lo que mejorará los resultados clínicos en pacientes con infecciones por Pseudomonas aeruginosa y podría tener un impacto significativo en la gestión de la resistencia a los antibióticos a nivel global.

La herramienta desarrollada utiliza un sistema avanzado que analiza y selecciona unos 200 genes de P. aeruginosa vinculados con la resistencia a los antibióticos, la estructura genética de la bacteria y su capacidad para causar infecciones graves. Se ha probado en dos situaciones clínicas complejas: neumonía en pacientes de la UCI con cepas resistentes a múltiples tratamientos, y en infecciones respiratorias crónicas en pacientes con fibrosis quística, donde las cepas de la bacteria mutan rápidamente, complicando el tratamiento.