MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han desarrollado un método para "eliminar" un sistema sanguíneo afectado por la leucemia y, al mismo tiempo, construir un sistema nuevo y saludable con células madre sanguíneas de donantes. En un artículo en la revista 'Nature', el equipo de la Universidad de Basilea (Suiza) informa sobre los prometedores resultados obtenidos en experimentos con animales y con células humanas en el laboratorio.
En casos agresivos de leucemia, la única posibilidad de cura es reemplazar el sistema sanguíneo enfermo por uno sano. Aunque el trasplante de células madre de sangre de donantes es una forma de tratamiento bien establecida, es un proceso oneroso para los pacientes. En primer lugar, la quimioterapia se utiliza para eliminar las células madre sanguíneas del propio cuerpo, así como la mayoría de las células sanguíneas. Sólo entonces los médicos tratantes administran al paciente por vía intravenosa las células madre de un donante adecuado. Este procedimiento está asociado con efectos secundarios y posibles complicaciones.
El equipo dirigido por el profesor Lukas Jeker del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea ha adoptado un enfoque diferente. En la revista 'Nature', el equipo describe cómo se pueden eliminar de forma selectiva todas las células sanguíneas de un paciente con leucemia, al mismo tiempo que se construye un nuevo sistema sanguíneo. Los resultados representan la finalización exitosa de un proyecto financiado por el Consejo Europeo de Investigación con una subvención de consolidación de 2,4 millones de euros.
El sistema desarrollado por los investigadores del equipo de Jeker se puede imaginar como una mesa de mezclas, donde un DJ baja gradualmente el nivel de la primera canción mientras aumenta el volumen de la segunda hasta que la primera pista se apaga por completo y sólo se oye la segunda.
El proceso de atenuación funciona de la siguiente manera: anticuerpos específicos acoplados a un fármaco citotóxico reconocen todas las células sanguíneas del cuerpo del paciente basándose en una estructura superficial. Este marcador es común a todos los diferentes tipos de células sanguíneas (tanto sanas como enfermas), pero no aparece en otras células del cuerpo. De este modo, el conjugado anticuerpo-fármaco reconoce y destruye poco a poco todas las células del sistema sanguíneo enfermo.
Mientras esto sucede, también comienza la segunda canción: el paciente recibe un trasplante de células sanguíneas nuevas y sanas de un donante adecuado. Para evitar que los conjugados anticuerpo-fármaco ataquen también a las nuevas células madre sanguíneas, o a las células sanguíneas que éstas producen, los investigadores utilizan técnicas de ingeniería genética para modificar de forma específica las células madre del donante. En concreto, introducen un pequeño cambio en la molécula de la superficie para que los anticuerpos no reconozcan las nuevas células sanguíneas. Los investigadores se refieren a esta modificación dirigida de las células madre del donante como "blindaje", porque actúa como un escudo protector contra el tratamiento del cáncer.
Los dos primeros autores del estudio, Simon Garaudé y la doctora Romina Matter-Marone, trabajaron con un equipo interdisciplinario de bioinformáticos, bioquímicos, especialistas en ingeniería genética y médicos del mundo académico y de la industria para seleccionar la estructura objetivo más adecuada y la mejor. modificación protectora para el proceso de desvanecimiento, debido a la multitud de moléculas de superficie en las células sanguíneas. La molécula elegida, denominada CD45, resultó extremadamente prometedora en ensayos de laboratorio con ratones y células humanas.
"Necesitábamos una molécula de superficie que apareciera aproximadamente con la misma frecuencia en todas las células sanguíneas, si era posible, incluidas las células leucémicas, pero que no estuviera presente en otras células del cuerpo", explica Jeker. CD45 cumplía este requisito y al mismo tiempo también era adecuado como "protección"; es decir, podía modificarse en las células madre de la sangre del donante de tal manera que estas células estuvieran protegidas del tratamiento contra el cáncer, pero la función de CD45 permaneció completamente normal.
"El nuevo enfoque podría allanar el camino para nuevas opciones de tratamiento para pacientes cuyo estado de salud es incompatible con la quimioterapia necesaria para el trasplante de células madre", afirma la primera autora conjunta, Romina Matter-Marone. Aunque se necesitan más pruebas y optimización, el objetivo es que los primeros ensayos clínicos comiencen dentro de unos pocos años.
La "consola de mezcla para sistemas sanguíneos" también abre nuevas posibilidades, como explica el primer autor conjunto, Simon Garaudé: "Mostramos cómo las células que son 'invisibles' para un removedor de células sanguíneas se pueden utilizar para cambiar todo el sistema sanguíneo". Esto, dice, es un paso importante hacia un sistema sanguíneo programable que también podría asumir funciones según sea necesario, por ejemplo, para corregir un defecto genético grave o impartir resistencia a virus específicos como el VIH.