MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un ensayo de la KU Leuven (Bélgica) ha revelado que las múltiples disfunciones de la respuesta inmunitaria están en la base de la mayor susceptibilidad a las infecciones fúngicas en pacientes con gripe o COVID-19.
Estos datos, publicados en la revista científica 'The Lancet Respiratory Medicine', constituyen un primer paso importante para aumentar la tasa de supervivencia de los pacientes con estas graves infecciones pulmonares.
Cada año, cientos de miles de personas en todo el mundo acaban en cuidados intensivos con gripe o COVID-19. Alrededor del 15 por ciento de ellas desarrollan una infección pulmonar adicional por el hongo común Aspergillus (aspergilosis).
En las personas sanas, esta infección casi nunca conduce a la enfermedad. Sin embargo, para los pacientes graves con una infección subyacente de gripe o COVID-19, la aspergilosis puede ser mortal: el hongo puede empezar a crecer en el tejido de sus vías respiratorias y pulmones y causar daños irreversibles.
La tasa de mortalidad de estos pacientes pasa a ser del 40 al 50 por ciento, aproximadamente el doble que la de los pacientes de la unidad de cuidados intensivos (UCI) que sólo tienen gripe grave o COVID-19.
Para averiguar por qué algunos pacientes con gripe grave o COVID-19 también desarrollan aspergilosis y qué hacer al respecto, los investigadores pusieron en marcha un estudio de observación, junto con colegas internacionales. El estudio descubrió parte del mecanismo que abre la puerta a una infección fúngica adicional en pacientes con una infección por gripe o coronavirus.
"Descubrimos que, en los pacientes con gripe grave o COVID-19 que desarrollan este tipo de infección fúngica, el sistema inmunitario innato se había visto afectado en varias áreas. Sus células inmunitarias, que en las personas sanas se encargan de eliminar las esporas fúngicas en los pulmones, estaban comprometidas. Además, los glóbulos blancos que normalmente limpiarían las hifas fúngicas no parecían funcionar correctamente en esos pacientes con gripe o COVID-19. Fue sorprendente ver que procesos inmunitarios desviados parcialmente similares entran en juego tanto en el COVID-19 como en la gripe", ha explicado Joost Wauters, intensivista e investigador principal del estudio.
"En las tinciones de los tejidos, también vimos que el virus de la corona o de la gripe afecta al epitelio de los pulmones. Se trata de la capa de células que recubre el tracto respiratorio y el tejido pulmonar, que forma la primera barrera contra las infecciones. En el caso del COVID-19, pudimos demostrar que específicamente en los lugares donde el virus afecta al epitelio, el hongo también penetra en el tejido", añade otro de los autores, Simon Feys.
El estudio se realizó con muestras de pulmón de 169 pacientes con gripe o COVID-19, con o sin aspergilosis. La mayoría de las muestras se recogieron en los últimos dos años mediante un lavado broncoalveolar, una técnica de diagnóstico clásica para la sospecha de infecciones pulmonares, y se almacenaron en el biobanco de Lovaina (Bélgica).