MADRID, 3 Nov. (EDIZIONES) -
El síndrome metabólico es la agrupación en un individuo de varios trastornos muy prevalentes en el mundo occidental, como las hiperlipidemias (demasiada grasa en sangre), la hipertensión arterial, o la diabetes mellitus.
"Todos son factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, siendo los mecanismos subyacentes la adiposidad abdominal (exceso de grasa en la cintura) y la resistencia a la insulina, que se acompañan generalmente de hiperinsulinismo compensador", según detalla Beatriz Torres Moreno, facultativo especialista adjunto en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz (Madrid) en una entrevista con Infosalus.
Así, este síndrome suele ser frecuente entre aquellos sujetos con sobrepeso u obesidad de predominio abdominal (aumento de grasa visceral) con resistencia a la insulina, que realizan escasa actividad física, y que no siguen hábitos de vida saludables.
"Puede afectar tanto a población adulta como pediátrica. El estrés psicosocial, la falta de sueño, y la depresión también se han relacionado con la aparición de este síndrome, así como el uso crónico de algunos medicamentos (tales como los antipsicóticos atípicos)", explica la también miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
A su vez, la doctora Torres Moreno subraya que el síndrome metabólico aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (enfermedad coronaria, cerebrovascular y vascular periférica, que juntas suponen la primera causa de morbimortalidad en el mundo desarrollado), así como de alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono (glucemia alterada en ayunas, intolerancia hidrocarbonada y diabetes tipo 2), y de la incidencia de ciertos tipos de cáncer (como los de colon, mama y endometrio, hepático y biliar).
Esta experta recuerda que, según la National Cholesterol Education Program (ATP-III), estos son los criterios diagnósticos del síndrome metabólico en adultos:
1.- Adiposidad abdominal (perímetro de la cintura: varones mayor de 102 centímetros; en mujeres más de 88 cm). "Tener demasiada grasa alrededor de la cintura es un factor de riesgo mayor para enfermedades del corazón que acumular demasiada grasa en otras partes del cuerpo", precisa en este punto el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.
2.- Y dos o más de los siguientes criterios:
- Presentar presión arterial alta (superior a 130/85 mm Hg o tratamiento)
- Nivel alto de azúcar en sangre en ayunas (Glucemia en ayunas superior a 100 mg/dl)
- Tener un alto nivel de triglicéridos (superior a 150 mg/dl o tratamiento específico)
- Tener un bajo nivel de colesterol HDL (colesterol bueno) (menos de 40 (varones) o menos 50 (mujeres) o tratamiento específico).
"Cuantos más factores tenga, mayor será su riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y accidente cerebrovascular", añade el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre estadounidense.
Según revela la especialista del Hospital La Luz, el síndrome metabólico también podría considerarse como una de las complicaciones del exceso de peso más frecuentes: "Todo apunta a que la resistencia a la insulina podría estar involucrada en la etiopatogenia (causa) del síndrome metabólico, ya que interviene en la patogénesis de la hipertensión arterial y de la dislipemia aterogénica (produce hipertrigliceridemia, descenso de colesterol-HDL, y cambios cualitativos en las partículas de LDL-colesterol o 'colesterol malo'). Hablamos de resistencia a la insulina cuando la acción de esta hormona, la captación de glucosa por los tejidos periféricos y la supresión de la liberación de glucosa del hígado, se ve dificultada".
EL TRATAMIENTO
Con todo ello, la también miembro de la Sociedad Española de Diabetes (SED) remarca que los hábitos de vida saludables (alimentación equilibrada, control de la ingesta, limitación de las actividades sedentarias y aumento de la actividad física) son la base de la prevención y del tratamiento del síndrome metabólico.
La experta de Quirónsalud apunta igualmente a la terapia farmacológica, pero sólo para aquellos casos que no respondan a las medidas anteriores, siendo su objetivo principal la pérdida ponderal y el combatir la obesidad.
"Podemos prescribir medicamentos tales como la Metformina que es un antidiabético oral que aumenta la sensibilidad periférica a la insulina, inhibe la producción hepática de glucosa y aumenta la oxidación de los ácidos grasos", agrega la facultativo especialista adjunto en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz.
Torres Moreno señala también que como última opción de tratamiento se plantearía la cirugía bariátrica si el paciente cumple con los criterios quirúrgicos (en función de su índice de masa corporal, comorbilidades asociadas susceptibles de mejorar tras la pérdida ponderal, tiempo de evolución de la obesidad), y siempre que hayan fracasado de forma continuada los tratamientos convencionales.
Por otro lado, la doctora recuerda que hay otras entidades clínicas que no forman parte de los criterios diagnósticos del síndrome metabólico pero que suelen asociarse con él, siendo las más importantes:
.- Hígado graso no alcohólico: Alteración originada por la hiperproducción de ácidos grasos por efecto del hiperinsulinismo portal. Suele ser asintomática, con elevación de dos a cinco veces de transaminasas, y de dos o tres veces de fosfatasa alcalina, sin aumento de bilirrubina.
.-Hiperandrogenismo: La insulina aumenta la producción ovárica y suprarrenal de andrógenos y disminuye los niveles de proteína transportadora de esteroides sexuales (SHBG), por lo que aumenta la fracción libre (biológicamente activa) de los mismos.