MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han descubierto cambios en los niveles de determinadas proteínas en la sangre de las personas hasta dos años antes de que se les diagnosticara un cáncer de mama, según un estudio presentado en la 13 Conferencia Europea sobre el Cáncer de Mama, celebrada en Barcelona, que podría constituir la base de los análisis de sangre para las personas con predisposición genética o antecedentes familiares de cáncer de mama, a fin de garantizar el diagnóstico precoz de la enfermedad, cuando las posibilidades de supervivencia son mayores.
El estudio Trial Early Serum Test Breast cancer (TESTBREAST) fue iniciado en 2011 por el profesor Rob Tollenaar y la doctora Wilma Mesker, y actualmente incluye a 1.174 mujeres que tienen un alto riesgo de padecer cáncer de mama, debido a sus antecedentes familiares o porque son portadoras de variantes genéticas que se sabe que aumentan su riesgo de padecerlo. Las mujeres son atendidas en nueve hospitales de los Países Bajos, donde se les ofrece un examen de mama a una edad más temprana y con mayor regularidad que al resto de la población holandesa, que tiene un riesgo medio de padecerlo.
El trabajo lleva diez años en marcha y las mujeres que participan han dado muestras de sangre al menos una vez al año cuando acuden a las pruebas de detección. Las que desarrollan cáncer de mama también dan muestras en el momento del diagnóstico.
Los investigadores utilizaron una técnica bien establecida llamada espectrometría de masas para analizar los niveles de diferentes proteínas en la sangre de las mujeres. Buscaron tanto las variaciones entre las distintas mujeres como los cambios que surgen en cada una de ellas a lo largo del tiempo.
Hasta el momento, han realizado análisis detallados de 30 muestras de sangre tomadas a lo largo del tiempo a tres mujeres a las que se les había diagnosticado cáncer de mama y a otras tres que no lo habían desarrollado, y han encontrado claras diferencias entre las mujeres a lo largo del tiempo. Esto ha revelado un conjunto de seis proteínas que estaban en niveles más altos o más bajos uno o dos años antes del diagnóstico.
Sophie Hagenaars, del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos), ha explicado en la presentación del estudio que "estas proteínas podrían constituir la base de un análisis de sangre para la detección precoz del cáncer de mama en las mujeres con mayor riesgo".
"Es importante señalar que hemos encontrado más variación en los niveles de proteínas en las muestras de sangre entre mujeres, en comparación con el tiempo dentro de la misma mujer que desarrolló el cáncer de mama --resalta--. Esto demuestra que las pruebas probablemente deberían basarse tanto en las proteínas que difieren entre las mujeres con y sin cáncer de mama como en las proteínas que se alteran en una persona individual a lo largo del tiempo".
Los investigadores validarán ahora sus resultados en un grupo más amplio de mujeres con y sin cáncer de mama que participan en el estudio TESTBREAST y en mujeres que participan en otros estudios de investigación sobre el cáncer de mama de alto riesgo. En este sentido, Hagenaars subraya que, "si otras investigaciones validan los resultados, esta prueba podría utilizarse como complemento de las técnicas de cribado existentes. Los análisis de sangre son relativamente sencillos y no resultan especialmente dolorosos para la mayoría de las personas, por lo que se podría ofrecer el cribado con la frecuencia necesaria".
Por su parte, la doctora Laura Biganzoli, copresidenta de la Conferencia Europea sobre Cáncer de Mama y directora del Centro de Mama del Hospital Santo Stefano de Prato (Italia), que no participó en la investigación. recuerda que "las mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama participan en programas de cribado en momentos determinados. Si esta investigación acaba dando lugar a un análisis de sangre para las personas con alto riesgo de cáncer de mama, podría orientar el cribado personalizado y ayudar a diagnosticar el cáncer de mama en la fase más temprana posible", concluye.