MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Experimentos realizados por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, han permitido conocer los detalles cómo las células cancerosas que se extienden, o hacen metástasis, a los ganglios linfáticos suelen evitar ser eliminadas por las células inmunitarias, lo que podría ayudar a los científicos a desarrollar estrategias para superarla, según publican en 'Nature Biomedical Engineering'.
"Sabemos que los ganglios linfáticos suelen ser el primer lugar donde se propaga el cáncer a medida que avanza. También sabemos que nuestro sistema inmune puede atacar y matar las células cancerosas", explica el autor principal y co-corresponsal Timothy P. Padera, investigador en Oncología de Radiación en MGH y un becario de investigación de MGH 2021-2026.
"Una de las preguntas desconcertantes que ha estado en el centro del trabajo reciente en mi laboratorio es cómo pueden los órganos que generan nuestras respuestas inmunes -los ganglios linfáticos- permitir que las células cancerosas sobrevivan y se apoderen de ellas en lugar de atacarlas. Esta fue la motivación de este estudio", prosigue.
Mediante el análisis de tejido de pacientes con cánceres de mama, colon y cabeza y cuello, combinado con modelos animales de metástasis en los ganglios linfáticos del cáncer de mama, Padera y sus colegas demostraron que las células inmunitarias llamadas células T son abundantes en los ganglios linfáticos metastásicos, pero no logran penetrar en los tumores que se han extendido a dichos ganglios.
El equipo midió el aumento de las fuerzas físicas, conocido como estrés sólido, en los ganglios linfáticos con cáncer metastásico. "Nuestra hipótesis es que el estrés sólido en los tumores de los ganglios linfáticos puede perjudicar tanto el flujo sanguíneo como la capacidad de tráfico de células T de los vasos sanguíneos de los ganglios linfáticos", explica el autor principal y coautor del estudio, el doctor Dennis Jones, profesor adjunto de Patología y Medicina de Laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
Los científicos desarrollaron entonces un dispositivo para comprimir los ganglios linfáticos con el fin de simular el crecimiento gradual de las metástasis en los mismos. Cuando aplicaron fuerza de compresión a los ganglios linfáticos, se observó una clara relación entre la fuerza física y la interrupción de la entrada de células T en los ganglios linfáticos.
"Nuestros hallazgos indican que, a medida que las células cancerosas crecen en el ganglio linfático, lo reorganizan y alteran, inhabilitando respuestas funcionales críticas del sistema inmunitario --asegura Padera--. Al comprender cómo las células cancerosas inhabilitan la función de los ganglios linfáticos, esperamos contraatacar para ayudar a los ganglios linfáticos a generar respuestas inmunitarias contra el cáncer, lo que ayudará a combatir las células cancerosas en todo el cuerpo".
Aliviar el estrés sólido con el fármaco para la presión arterial losartán aumentó el número de vasos sanguíneos y células T en las metástasis de los ganglios linfáticos, lo que sugiere que aliviar el estrés sólido es una estrategia potencial para mejorar la entrada de las células T en los tumores.
"Nuestro trabajo conduce ahora a muchas preguntas adicionales importantes --dice Jones--. ¿El tratamiento con losartán combinado con la inmunoterapia provoca la erradicación de las células cancerosas metastásicas en los ganglios linfáticos mediante la eliminación de las células T? Y además, ¿conduce esto a una fuerte respuesta inmunitaria sistémica contra el cáncer que ayuda a eliminarlo de todo el organismo?". Considera que encontrar las respuestas a estas preguntas podría conducir a nuevas estrategias de tratamiento para los pacientes con cáncer metastásico.