BARCELONA 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) han descubierto que el estrés celular activa una importante proteína anticancerígena, la proteína RB, encargada de detener la proliferación celular y de impedir la formación de nuevos tumores, según publica 'Molecular Cell'.
El trabajo ha sido liderado por Eulàlia de Nadal y Francesc Posas, jefes del grupo de investigación en Señalización Celular de la UPF, en colaboración con los grupos de Baldo Oliva (UPF) y Francisco X.Real (UPF/CNIO), ha informado el centro en un comunicado.
La proteína RB (Retinoblastoma), que se detectó originalmente en el cáncer de retina, es una proteína supresora de tumores que se encuentra alterada en muchos tipos de cáncer, como el de pulmón, melanoma, próstata y mama, entre otros.
Una de sus funciones es inhibir la progresión del ciclo celular antes de la duplicación del genoma, de forma que la célula no entra en división si las condiciones no son las adecuadas --como podría ser el estrés celular--.
Por esta razón, la no activación de esta proteína --por sufrir una mutación-- puede suponer la aparición de un cáncer, ya que la proliferación celular descontrolada da lugar a la formación de tumores y si la proteína no está bien no llega a activarse, por tanto no detiene el proceso maligno.
Según el estudio, un hecho "muy destacable" es que este nuevo mecanismo es predominante en los otros que regulan normalmente la actividad de RB, por lo que la activación de forma externa podría servir para bloquear la división celular.
DIANA PARA FÁRMACOS
El coautor del estudio, Francesc Posas, ha afirmado que este hallazgo puede ser relevante en la biología del cáncer porque RB es una proteína clave en la proliferación celular y muchos tipos de cáncer confluyen su acción sobre esta proteína inactivándola: "Si conseguimos revertir esta inhibición, podríamos detener la proliferación".
Este descubrimiento permite reconsiderar la proteína RB como una diana para el desarrollo de nuevos fármacos: "Los estudios iniciales hechos en células procedentes de diferentes tipos de cánceres parecen indicar que en la mayoría de ellos se puede bloquear su proliferación a través de este mecanismo".