Descubren cómo la genética podría predecir y frenar el cáncer de riñón infantil

Archivo - Médico con niño con ccancer. Oncólogo.
Archivo - Médico con niño con ccancer. Oncólogo. - FATCAMERA/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 10 febrero 2025 7:16

MADRID 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los planes de tratamiento genéticamente adaptados para niños con algún tipo de cáncer de riñón podrían ayudar a brindar la atención más eficaz y minimizar los efectos secundarios tanto como sea posible, según un trabajo de investigadores del Instituto Wellcome Sanger, el Cambridge University Hospitals NHS Foundation Trust, el Great Ormond Street Hospital (todos en Reino Unido) y la Universidad de Würzburg (en Alemania).

Los investigadores han mapeado las diferencias genéticas entre niños con un tipo de cáncer de riñón infantil llamado tumor de Wilms. En aproximadamente el 30 por ciento de los niños con tumor de Wilms, existe un cambio genético hereditario que aumenta el riesgo de desarrollar este cáncer.

Este nuevo estudio, publicado en 'Cancer Discovery', una revista de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer, sugiere que los cambios genéticos hereditarios predeterminan cómo se desarrollan estos tumores, en qué medida responden a ciertos tratamientos y si el individuo afectado tiene un mayor riesgo de cánceres secundarios más adelante en la vida.

El equipo indica que las diferentes predisposiciones genéticas dan lugar a diferentes vías de desarrollo tumoral y estructuras renales, y ha identificado aquellas que restringen el crecimiento de los tumores. También han descubierto que los tumores de Wilms se desarrollan de forma diferente en personas sin predisposiciones genéticas.

Los resultados sugieren que adaptar los programas de tratamiento y detección a la composición genética de cada niño podría garantizar que todos reciban la atención más eficaz. En el futuro, esta investigación podría ayudar a desarrollar nuevas terapias para determinados cambios genéticos e identificar a los niños que podrían necesitar una cirugía menos invasiva.

El tumor de Wilms es un tipo de cáncer de riñón que afecta principalmente a niños menores de cinco años . Si bien estos tumores pueden producirse a través de un cambio genético espontáneo durante el desarrollo en el útero, en aproximadamente el 30 por ciento de los casos, una predisposición genética subyacente puede aumentar el riesgo de desarrollar un tumor de Wilms. Tradicionalmente, a los niños con tumor de Wilms se les realiza una prueba de predisposición si presentan características específicas, como tumores en ambos riñones.

En la actualidad, el tratamiento del tumor de Wilms en niños predispuestos debe equilibrar la extirpación de una parte suficiente del tumor renal para ayudar a reducir el riesgo de tumores secundarios más adelante en la vida, al tiempo que se preserva la mayor cantidad posible de función renal. Las estrategias para preservar el tejido renal normal incluyen quimioterapia, ciertos tipos de cirugía y ciclos prolongados de quimioterapia posoperatoria, junto con una estrecha vigilancia para detectar la recurrencia.

El tratamiento clínico de los niños con una predisposición conocida difiere del de los niños con un cambio genético espontáneo, debido al mayor riesgo. Al comprender mejor cómo la genética influye en el desarrollo del tumor de Wilms, los investigadores podrían identificar a aquellos con un menor riesgo de tumores secundarios y utilizar esto para fundamentar los enfoques quirúrgicos y los programas de detección, así como para conducir al desarrollo de nuevas terapias.

En este nuevo estudio, los investigadores mapearon genéticamente varios cientos de muestras de tejido de 137 niños con tumor de Wilms, incluidos 71 niños con predisposición genética, algunos de los cuales presentaban síntomas tempranos. El equipo demostró que el desarrollo de tumores era diferente en los niños con predisposición genética, dependiendo de qué gen se vio afectado y de cuándo se activó ese gen durante el desarrollo en el útero, lo que se conoce como momento de desarrollo.

Se ha descubierto que distintas predisposiciones genéticas al tumor de Wilms provocan cambios específicos en el ADN durante la infancia que provocan la formación del tumor. Estos cambios en el ADN se conocen como mutaciones impulsoras, algunas de las cuales aumentan el riesgo de los niños de padecer cánceres secundarios, además del tumor de Wilms. En particular, los cambios genéticos en los genes WT1 y TRIM28 dieron lugar a la acumulación de mutaciones impulsoras adicionales en vías específicas, que podrían ser objeto de desarrollo de fármacos en el futuro. La predisposición genética también influyó en la arquitectura del tejido de los riñones, lo que podría ayudar a explicar por qué algunos niños desarrollan crecimientos renales no cancerosos antes que tumores cancerosos.

En general, estos hallazgos indican que la predisposición puede determinar cómo se desarrolla el tumor de Wilms, con patrones específicos que dependen del cambio genético. Los investigadores sugieren que en el futuro, podría ser posible adaptar los programas de tratamiento y detección al tipo de predisposición genética que tenga un niño, para garantizar que reciba la atención más eficaz.

La doctora Taryn Treger, coautora principal del estudio en el Wellcome Sanger Institute, recalca: "Ciertos cambios genéticos con los que nacen los niños pueden predisponerlos al tumor de Wilms. Lo que demostramos en nuestra investigación es que los cánceres se desarrollan de diferentes maneras, dependiendo de cuál sea el cambio genético subyacente. Esto significa que en algunas predisposiciones podemos predecir exactamente qué cambios genéticos adicionales conducen al desarrollo del cáncer, allanando el camino para identificar tratamientos que interfieren en la formación del cáncer en primer lugar".

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