MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio genético a gran escala que ha incluido participantes multiétnicos ha identificado más regiones del genoma vinculadas a los rasgos relacionados con la diabetes de tipo 2 que si la investigación se hubiera realizado sólo con europeos, según publican los investigadores en la revista 'Nature Genetics'.
La colaboración internacional MAGIC, formada por más de 400 académicos de todo el mundo, realizó un metaanálisis de asociación de todo el genoma dirigido por la Universidad de Exeter, en Reino Unido. Sus conclusiones demuestran que la ampliación de la investigación a distintas ascendencias produce más y mejores resultados, además de beneficiar en última instancia a la atención global de los pacientes.
Hasta ahora, casi el 87% de las investigaciones genómicas de este tipo se han realizado en europeos. Esto significa que la forma en que se aplican estos resultados puede no beneficiar de forma óptima a las personas de ascendencia no europea.
El equipo analizó los datos de una amplia gama de cohortes, que abarcaban a más de 280.000 personas sin diabetes. Los investigadores examinaron los rasgos glucémicos, que se utilizan para diagnosticar la diabetes y controlar los niveles de azúcar e insulina en la sangre.
Los investigadores incorporaron el 30% de la cohorte global con individuos de origen asiático oriental, hispano, afroamericano, sudasiático y subsahariano. Al hacerlo, descubrieron 24 loci (o regiones del genoma) más vinculados a los rasgos glucémicos que si hubieran realizado la investigación sólo en europeos.
La profesora Inés Barroso, de la Universidad de Exeter, que dirigió la investigación, explica que "la diabetes de tipo 2 es un reto sanitario mundial cada vez más grande, y la mayoría de los mayores aumentos se producen fuera de Europa. Aunque hay muchos factores genéticos compartidos entre los distintos países y culturas, nuestra investigación nos dice que difieren, en formas que debemos comprender --prosigue--. Es fundamental para garantizar que podamos ofrecer un enfoque de medicina de precisión de la diabetes que optimice el tratamiento y la atención para todos".
El primer autor, el doctor Ji Chen, de la Universidad de Exeter, explica que descubrieron "24 regiones adicionales del genoma al incluir cohortes que eran más diversas étnicamente de lo que habríamos hecho si hubiéramos restringido nuestro trabajo a los europeos. Más allá de los argumentos morales para garantizar que la investigación refleje las poblaciones mundiales, nuestro trabajo demuestra que este enfoque genera mejores resultados", añade.
El equipo descubrió que, aunque algunos loci no se detectaban en todas las ascendencias, seguían siendo útiles para captar información sobre el rasgo glucémico en esa ascendencia.
La coautora Cassandra Spracklen, profesora adjunta de la Universidad de Massachusetts-Amherst, resalta que estos hallazgos "son importantes porque estamos avanzando en el uso de puntuaciones genéticas para ponderar el riesgo de diabetes de una persona. Sabemos que las puntuaciones desarrolladas exclusivamente en individuos de una ascendencia no funcionan bien en personas de otra ascendencia".
"Esto es importante, ya que la atención sanitaria se orienta cada vez más hacia un enfoque más preciso --resalta--. No tener en cuenta las variaciones genéticas según la ascendencia afectará a nuestra capacidad de diagnosticar la diabetes con precisión".