MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) han identificado un nuevo mecanismo que permite a la 'salmonella', bacteria causante de la salmonelosis, controlar el tamaño de su población en el interior de células eucariotas para evitar la muerte de la célula hospedadora y establecer una infección persistente en el tiempo.
Para ello, las propias bacterias se aprovechan de un proceso denominado agrefagia, tipo de autofagia que elimina agregados de proteínas invisibles para la célula, que culmina con la eliminación de algunos miembros de su progenie.
Durante el trabajo, que ha sido publicado en la revista 'Autophagy', han analizado en tiempo real la infección de células humanas vivas expuestas al patógeno intracelular de la 'salmonella enterica serovar Typhimurium'.
Según las observaciones, este patógeno promueve que en la célula infectada se acumulen endomembranas en forma de agregados e induce a un proceso de autofagia selectiva para deshacerse de ellos. "Durante este proceso de limpieza, algunas bacterias cercanas al agregado quedan también atrapadas en el interior del autofagosoma y son de forma fortuita", ha explicado el autor del estudio, García del Portillo.
Las imágenes de células vivas obtenidas por los investigadores permiten ver lo que ocurre dentro de la célula infectada en cada momento. "Las imágenes de microscopía en tiempo real muestran cómo algunas bacterias son capturadas y digeridas por la maquinaria de la agrefagia mientras otras tratan de escapar", explica el investigador.
"Parece una carrera contrarreloj para no quedar atrapadas en el autofagosoma cuando éste queda sellado". Este es el primer ejemplo de un fenómeno de autofagia simultánea de bacterias y agregados de membranas de la célula hospedadora.