MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Programa de Hepatología del Cima Universidad de Navarra y del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) han identificado nuevos mecanismos moleculares implicados en el mantenimiento de la identidad y las funciones hepáticas, y cuya alteración está directamente relacionada con el desarrollo del daño del hígado.
El hígado desarrolla funciones muy importantes en nuestro organismo como son el mantenimiento de los niveles correctos de glucosa o de colesterol en sangre, la producción de proteínas sanguíneas (incluidas las proteínas de la coagulación), y de bilis (para la digestión de las grasas), o el procesamiento de múltiples toxinas para su eliminación.
Estas funciones se ven impedidas cuando se produce un fallo hepático agudo, generalmente por intoxicación farmacológica, alimentaria o alcohólica, y causan una elevada mortalidad en ausencia de trasplante hepático. "Además de los casos de fallo hepático agudo, las enfermedades hepáticas crónicas, como la hepatitis, la cirrosis o el cáncer de hígado, provocan más de 2 millones de muertes al año en todo el mundo, y su incidencia en nuestro entorno está aumentando debido a la epidemia de obesidad, por lo que es fundamental profundizar en su conocimiento", ha dicho el director del Programa de Hepatología del Cima e investigador del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), Matías Ávila.
Estudios previos habían demostrado que la pérdida de las funciones hepáticas se asocia no sólo a la muerte de los hepatocitos inducida por los virus, el alcohol o la grasa, sino a la pérdida de su identidad (o desdiferenciación), que depende de la alteración de la expresión de unas proteínas concretas. En concreto, determinaron que los niveles de la proteína SLU7, que realiza un papel muy importante para mantener las funciones del hígado normal, se reducen en el hígado dañado.
"En este nuevo trabajo hemos demostrado que la reducción de los niveles de SLU7 potencia la desdiferenciación de los hepatocitos, provoca la pérdida de función del hígado dañado y facilita, además, el desarrollo del daño. También hemos identificado a nivel molecular cuáles son los mecanismos utilizados por SLU7 para preservar las funciones o la identidad hepática, protegiendo a la proteína HNF4a (factor reconocido como uno de los más importantes en el control de la función del hígado) de su degradación por el estrés oxidativo", ha comentado la primera autora del trabajo, María Gárate.
Además, a juicio de las investigadoras del Programa de Hepatología del Cima y codirectoras del trabajo, Carmen Berasain (CIBEREHD) y María Arechederra, estos resultados identifican a SLU7 en los niveles más altos de la jerarquía de proteínas que definen la identidad hepática y desentrañan nuevos mecanismos que pueden permitir el desarrollo de nuevas terapias para los pacientes con estas enfermedades.