MADRID 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos) han construido un nuevo atlas de células pulmonares, descubriendo nuevas vías celulares y precursores en el desarrollo del adenocarcinoma de pulmón, el tipo más común de cáncer de pulmón. Estos hallazgos, publicados en 'Nature' abren la puerta al desarrollo de nuevas estrategias para detectar o interceptar la enfermedad en sus primeras etapas.
En concreto, el equipo generó un atlas de alrededor de 250.000 células epiteliales normales y cancerosas que recubren los pulmones estudiando los cambios genéticos en cada una de estas células individualmente utilizando una tecnología llamada secuenciación unicelular.
Entre los hallazgos clave de este esfuerzo multidisciplinario estuvo el descubrimiento y la validación de un estado de células alveolares de transición que alberga mutaciones de KRAS, incluso en células pulmonares normales, y, en última instancia, transiciones a adenocarcinoma de pulmón.
Las células alveolares, que son células epiteliales cruciales para el intercambio de gases dentro del pulmón, se pueden agrupar en dos tipos de células. Las celdas de tipo I son más comunes y funcionan principalmente en el intercambio de gases, mientras que las celdas de tipo II son menos numerosas y brindan apoyo a este proceso. En caso de lesión del pulmón, las células de tipo II tienen propiedades inherentes que les permiten diferenciarse en células de tipo I para reemplazar las células dañadas.
La gran cantidad de células epiteliales que estudiadas junto con las nuevas tecnologías, permitieron identificar dos destinos distintos para las células tipo II. Ambas comparten un estado intermedio común, pero un camino conduce a células tipo I y el otro progresa a tumores. Curiosamente, incluso encontraron estas células intermedias en el tejido pulmonar normal y en las regiones normales que rodean los cánceres de pulmón, y están atrapadas allí.
Los investigadores también descubrieron que estas células intermedias en el tejido normal, que aún no eran cancerosas o incluso precancerosas, tenían mutaciones impulsoras de KRAS que no se encontraron en otros tipos de células pero que coincidían con las de los tumores de los mismos pacientes.
Según los autores, la secuenciación masiva estableció previamente mutaciones de KRAS en tejido normal. Pero utilizando este nuevo enfoque y otras herramientas computacionales, los investigadores establecieron que estas mutaciones provenían de un tipo de célula específico e infirieron que podrían ser precursoras del adenocarcinoma. Se necesita un análisis más profundo de este proceso de transición para comprender completamente los mecanismos en funcionamiento.
De esta forma, el estudio proporciona evidencia inequívoca de que, de hecho, las células tumorales surgen de estas células intermedias, lo que abre la puerta a nuevas vías de investigación. Así, los hallazgos sugieren que los inhibidores de KRAS podrían ser clínicamente beneficiosos para el tratamiento o incluso la interceptación de las etapas primitivas del adenocarcinoma de pulmón.