MADRID 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Tocar música ha sido durante mucho tiempo una forma para que los futuros padres se conecten con sus hijos en el útero, pero un grupo de investigadores mexicanos ha encontrado evidencia de que puede calmar la frecuencia cardíaca fetal, lo que potencialmente proporciona beneficios para el desarrollo.
En concreto, se trata de un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Hospital General Nicolás San Juan y el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez de México.
Tal y como se publica en 'Chaos', de AIP Publishing, los investigadores estudiaron el efecto de la música clásica sobre el latido del corazón fetal. El equipo utilizó herramientas de análisis matemático para identificar patrones en la variabilidad de la frecuencia cardíaca.
Las medidas típicas de la frecuencia cardíaca son un promedio de varios latidos a lo largo de varios segundos. En cambio, la variabilidad de la frecuencia cardíaca mide el tiempo transcurrido entre latidos individuales. Esta medida puede proporcionar información sobre la maduración del sistema nervioso autónomo del feto; una mayor variabilidad suele indicar un desarrollo saludable.
Para comprobar los efectos que puede tener la música sobre la frecuencia cardíaca fetal, el grupo de investigadores reclutó a 36 mujeres embarazadas y les tocó un par de piezas clásicas a sus fetos. Para el experimento, eligieron "El cisne", del compositor francés Camille Saint-Saëns, y "Arpa de oro", del compositor mexicano Abundio Martínez.
Al conectar monitores externos de frecuencia cardíaca, los investigadores pudieron medir la respuesta de la frecuencia cardíaca fetal a ambas canciones y, al emplear un análisis de cuantificación de recurrencia no lineal, pudieron identificar cambios en la variabilidad de la frecuencia cardíaca durante y después de la reproducción de la música. "En general, descubrimos que la exposición a la música dio como resultado patrones de frecuencia cardíaca fetal más estables y predecibles", señala la autora Claudia Lerma. "Suponemos que este efecto momentáneo podría estimular el desarrollo del sistema nervioso autónomo fetal".
Además de los efectos generales de tocar música, los investigadores analizaron las diferencias entre las dos piezas clásicas. Si bien ambas eran efectivas, descubrieron que la melodía de la guitarra mexicana tenía un efecto más fuerte.
"Al comparar 'El cisne' con 'Arpa de oro', notamos algunas diferencias significativas", reseña el autor Eric Alonso Abarca-Castro. "En particular, la segunda pieza pareció tener un impacto más fuerte en algunas medidas, lo que indica que produjo patrones de frecuencia cardíaca que eran más predecibles y regulares. Factores como las características rítmicas, la estructura melódica o la familiaridad cultural pueden estar vinculados a esta diferenciación".
Para los futuros padres en casa, los investigadores sugieren que la música clásica podría ayudar a promover el desarrollo fetal. "Nuestros resultados sugieren que estos cambios en la dinámica de la frecuencia cardíaca fetal ocurren instantáneamente en fluctuaciones de corto plazo, por lo que los padres podrían considerar la posibilidad de exponer a sus fetos a música tranquila", concluye Abarca-Castro. "Los padres que ponen música relajante pueden estimular y beneficio el sistema autónomo fetal". Los autores planean seguir explorando este efecto, analizando diferentes géneros y tipos de música para mejorar su comprensión.