MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, han realizado el primer descubrimiento de virus que infectan a un grupo de microbios que podría incluir a los ancestros de toda la vida compleja. El descubrimiento, publicado en la revista 'Nature Microbiology', ofrece pistas sobre los orígenes de la vida compleja y sugiere nuevas direcciones para explorar la hipótesis de que los virus fueron esenciales para la evolución de los seres humanos y otras formas de vida complejas.
La hipótesis de que todas las formas de vida complejas, como los seres humanos, las estrellas de mar y los árboles -que cuentan con células con núcleo y se denominan eucariotas- se originaron cuando las arqueas y las bacterias se fusionaron para formar un organismo híbrido está bien fundamentada.
Investigaciones recientes sugieren que los primeros eucariotas son descendientes directos de las llamadas arqueas Asgard. La última investigación, realizada por Ian Rambo, antiguo estudiante de doctorado en la UT Austin, y otros miembros del laboratorio de Brett Baker, arroja luz sobre cómo los virus también podrían haber desempeñado un papel en esta historia de miles de millones de años.
"Este estudio abre una puerta para resolver mejor el origen de los eucariotas y comprender el papel de los virus en la ecología y la evolución de las arqueas Asgard --asegura Rambo--. Existe la hipótesis de que los virus pueden haber contribuido a la aparición de la vida celular compleja".
Rambo se refiere a una hipótesis muy debatida llamada eucariogénesis viral. Sugiere que, además de las bacterias y las arqueas, los virus podrían haber aportado algún componente genético al desarrollo de los eucariotas. Este último descubrimiento no zanja el debate, pero ofrece algunas pistas interesantes.
Los virus recién descubiertos que infectan a las arqueas Asgard actualmente vivas tienen algunas características similares a las de los virus que infectan a los eucariotas, como la capacidad de copiar su propio ADN y secuestrar los sistemas de modificación de proteínas de sus huéspedes.
El hecho de que estos virus Asgard recuperados muestren características tanto de los virus que infectan a los eucariotas como de los procariotas, que tienen células sin núcleo, los hace únicos, ya que no son exactamente como los que infectan a otras arqueas o formas de vida complejas.
"Lo más emocionante es que son tipos de virus completamente nuevos y diferentes de los que hemos visto antes en arqueas y eucariotas, que infectan a nuestros parientes microbianos", resalta Baker, profesor asociado de ciencias marinas y biología integradora y autor correspondiente del estudio.
Las arqueas Asgard, que probablemente evolucionaron hace más de 2.000 millones de años y cuyos descendientes aún viven, se han descubierto en sedimentos de aguas profundas y fuentes termales de todo el mundo, pero hasta ahora sólo se ha conseguido cultivar una cepa en el laboratorio.
Para identificarlas, los científicos recogen su material genético del entorno y luego reconstruyen sus genomas. En este último estudio, los investigadores escanearon los genomas de los Asgard en busca de regiones de ADN repetitivas conocidas como matrices CRISPR, que contienen pequeños trozos de ADN viral que pueden compararse con precisión con los virus que infectaron previamente a estos microbios.
Estas "huellas" genéticas les permitieron identificar a estos sigilosos invasores virales que infectan a organismos con funciones clave en la compleja historia del origen de los eucariotas.
"Ahora empezamos a comprender la implicación y el papel que los virus podrían haber tenido en el rompecabezas de la eucariogénesis", resalta Valerie De Anda, investigadora asociada de la UT Austin y coautora del estudio.