MADRID, 29 May. (EDIZIONES) -
Es habitual que las mujeres sufran de infecciones de hongos, una enfermedad bastante latosa y molesta y que a veces cuesta hacer desaparecer. Seguro que si alguna vez has tenido alguna has oído que lo más conveniente es utilizar ropa interior de algodón blanca, ¿hasta qué punto esto nos pueden proteger?
Según defiende la doctora Jen Gunter, obstetra y ginecóloga con casi tres décadas de experiencia, además de colaboradora del 'The New York Times', no tiene ninguno sentido esta afirmación puesto que las partes íntimas de la mujer conviven con las heces, la orina y la sangre, aparte de que la vagina soporta fases del cuerpo de la mujer como el embarazo o el parto.
El mito de las braguitas blancas de algodón comenzó antes de que supiéramos nada sobre el ecosistema vaginal, o la biología de las infecciones por levaduras. (...) Si sufres picores e irritación y te han hablado del asunto de las bragas de algodón es posible que hayas empezado a usarlas y el mismo cambio haya producido un efecto placebo. Estudios recientes no han constatado ninguna relación entre la ropa interior y las infecciones por hongos, asegura la experta.
Según argumenta, para que las braguitas fueran capaces de provocar enfermedades tendrían que modificar el ecosistema (tal vez alterar el pH de la piel), atrapar un exceso de humedad o provocar fricción. La combinación de humedad y de fricción podría causar microtraumatismos, permitiendo así que los hongos y las levaduras habituales en la piel causaran una infección. Pero la ropa interior no puede cambiar el PH vaginal, eso sucede a nivel interno, agrega.
La obstetra y ginecóloga mantiene así que el único factor con capacidad para alterar el pH y el microentorno de la vulva sería un tejido oclusivo, como por ejemplo la tela impermeable, como el plástico o el látex. Este hecho podría representar un problema para las mujeres que se ven obligadas a llevar ropa interior impermeable a diario por problemas de incontinencia, advierte.
Con ello, Gunter afirma que las braguitas deben ajustarse adecuadamente, si te roza o se te clava corres el peligro de sufrir irritación pero por lo general, las prendas mal ajustadas resultan tan incómodas que nadie las lleva el rato suficiente como para que representen un peligro. Es preferible tal vez abstenerse de usar ropa interior de plástico o de látex, pues todo aquello que te haga sudar es problemático en potencia, añade.
Aparte y, según remarca, desde una perspectiva médica, dice que la ropa interior no es necesaria, aunque rechaza la idea de todas aquellas personas que no desean llevarla para que la zona respire: La vulva y la vagina no tienen pulmones.
Eso sí, reconoce que las prendas oclusivas como las que se emplean para la incontinencia pueden afectar a la integridad de la piel vulvar, así que descansar de vez en cuando de esos productos no sería mala idea. La cuestión se reduce a tu propia comodidad, aclara.
¿QUÉ SUCEDE CON EL BAÑADOR MOJADO?
Otra de las creencias extendidas y que esta especialista en salud íntima de la mujer quiere desvelar es el tema de llevar el bañador o el bikini mojado durante el día, y los peligros que esto puede conllevar a la hora de contraer infecciones en la zona. Mi bañador se seca en un abrir y cerrar de ojos y, además, un poco de agua en la piel no te va a perjudicar. La piel de la vulva se moja a menudo y muchas personas pasan largos ratos en el agua. La humedad que se seca con cierta rapidez no supone un problema, sostiene.
Es más, recalca que si llevaras varias horas envuelta en ropa empapada, tal vez sufrieras un tipo de irritación cutánea llamada maceración, una lesión superficial que aparece por la combinación de humedad y de fricción. De ahí que, según apunta, los corredores se apliquen vaselina entre los muslos antes de una carrera larga con el fin de prevenir la maceración que podría provocarles el sudor.
Si te vistes encima de un bañador mojado, hay posibilidades de que sufras escoceduras, pero llevar unos pantalones húmedos resulta tan incómodo que la mayoría de las mujeres se cambiará antes de sufrir una lesión superficial, resalta la obstetra.
¿SE DEBE LAVAR LA ROPA INTERIOR CON PRODUCTOS ESPECIALES?
Jane Gunter hace referencia también en su libro, La biblia de la vagina (Libros Cúpula), al lavado de ropa interior, sobre el que dice que hemos recibido mensajes contradictorios. Según concreta, usar ropa interior limpia puede ser importante después de la depilación, aunque no hay estudios al respecto. Cualquier forma de eliminación de vello púbico (salvo recortarlo) provoca microtraumatismos, de modo que sería recomendable usar ropa interior recién lavada. Recuerda que casi todas las infecciones vulvares comienzan por una rotura en la barrera de la piel, que abre la puerta a los hongos y bacterias habituales, subraya.
La obstetra y ginecóloga señala aquí que con los detergentes modernos, el agua caliente es innecesaria a la hora de lavar, e indica que tras los perfumes y fragancias se esconden cientos de sustancias irritantes (da igual si son naturales o sintéticos, según advierte), así que aconseja evitarlos en productos que vayan a entrar en contacto con la piel, especialmente en la ropa interior, por cuanto la vulva se ha demostrado particularmente propensa a reacciones irritativas. Así, recomienda utilizar jabones sin fragancias, ni colorantes.
Siempre, no obstante, ante la duda o cualquier síntoma, sugiere que lo mejor que podemos hacer es consultarlo con un ginecólogo. El suavizante y las toallitas para secadora también pueden provocar reacciones irritativas, así que yo recomiendo evitarlos. Un tapón de vinagre blanco destilado en el compartimento del suavizante puede ser una forma barata de restarle aspereza a la ropa, al tiempo que cuidamos del medio ambiente. Otra ventaja del vinagre frente al suavizante es la tendencia de este último a incrementar malos olores y el moho, sobre todo si tu lavadora es de carga frontal, sentencia Gunter.