MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio ha revelado importantes asociaciones entre el microbioma intestinal y el eccema en la infancia y ha establecido las bases para la posible prevención y tratamiento del eccema mediante la modulación de la microbiota intestinal, según publican sus autores en 'mSystems', una revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
"El problema del eccema va en aumento, y nuestro estudio demuestra que podría ser consecuencia de cambios no deseados en el contenido bacteriano intestinal. El primer año de vida podría ser un periodo crítico para restablecer las bacterias intestinales a una composición más deseable", afirma el investigador principal del estudio, el doctor Paul Chan, catedrático de Microbiología de la Universidad China de Hong Kong (Región Administrativa Especial de Hong Kong, China).
En el nuevo estudio, Chan y sus colegas invitaron a participar en la investigación a mujeres embarazadas que estaban a punto de dar a luz. Recogieron información sobre su salud, estilo de vida y acontecimientos durante el embarazo y el parto. Tras el parto, los investigadores visitaron a las mujeres y recogieron información sobre la dieta, la salud y la medicación de sus bebés.
Organizaron consultas de seguimiento para comprobar el estado de salud de los bebés y cualquier problema de eccema. Los investigadores caracterizaron el desarrollo y los determinantes del microbioma intestinal en una cohorte de 112 niños chinos nacidos a término secuenciando 713 muestras de heces recogidas en nueve momentos desde el nacimiento hasta los 3 años de edad mediante secuenciación del gen 16S rRNA.
Los investigadores hallaron alteraciones en la composición y la diversidad alfa y beta de la microbiota intestinal a lo largo de los 3 primeros años de vida. Identificaron el modo de parto, el modo de alimentación y los antibióticos intraparto como los principales determinantes del microbioma intestinal en los primeros años de vida, cuyos efectos persistieron hasta los 12 meses.
Además, mediante un estudio anidado de casos y controles, demostraron que las alteraciones de la microbiota intestinal infantil preceden al desarrollo del eccema. Curiosamente, identificaron un agotamiento de Bacteroides y un enriquecimiento de 'Clostridium sensu stricto 1' en el microbioma intestinal de los lactantes con eczema al año de edad. También se observaron los mismos patrones en los bebés nacidos por cesárea en los mismos plazos, lo que sugiere un papel de la microbiota intestinal en las asociaciones previamente comunicadas entre la cesárea y un mayor riesgo de eccema.
"Nuestro estudio reveló que el contenido bacteriano intestinal de los bebés cambia drásticamente a lo largo de los tres primeros años de vida --destaca el doctor Chan--. El modo de parto y alimentación, y el uso de antibióticos en torno al momento del parto afectan al contenido bacteriano intestinal. Observamos cambios característicos en el contenido bacteriano intestinal antes de que los bebés presentaran eccema", añade.
"Sorprendentemente, esos cambios bacterianos también se observaron en los bebés nacidos por cesárea. No obstante, la relación entre la cesárea y el eccema requiere más estudios para verificarse --precisa--. Las bacterias intestinales podrían desempeñar un papel en la prevención o el tratamiento del eccema".