MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación de Japón ha descubierto que la proporción de unas pocas hormonas sexuales en la sangre puede servir como pista importante para predecir la futura infertilidad en los varones criptórquidos, es decir, con testículos no descendidos.
El desarrollo de los testículos es un proceso complejo que comienza incluso antes del nacimiento. Normalmente, los testículos en desarrollo migran progresivamente hasta alcanzar el escroto durante la etapa fetal. Sin embargo, cualquier anomalía en esta cascada de desarrollo, orquestada por muchos procesos fisiológicos e interacciones de varios tipos de células, puede manifestarse como un trastorno del desarrollo sexual y la consiguiente infertilidad masculina.
En una de las anomalías más frecuentes observadas en urología pediátrica, uno o ambos testículos no descienden a la posición escrotal adecuada al nacer, una condición conocida como criptorquidia. Dado que los niños con testículos no descendidos corren un alto riesgo de ser infértiles más adelante, predecir una asociación entre la criptorquidia y la posibilidad de infertilidad puede ser útil a la hora de tratar la afección y estudiar la infertilidad masculina.
Sin embargo, en lo que respecta a los conocimientos médicos actuales, existen medios muy limitados para dicha predicción, principalmente por la falta de biomarcadores adecuados.
Convencionalmente, para diagnosticar la infertilidad masculina, el método más utilizado es la biopsia testicular. Las células germinales son la fuente de los espermatozoides en los varones y, por tanto, están directamente relacionadas con la fertilidad.
Algunos niños criptórquidos tienen un número reducido de células germinales en sus testículos. Así, el número medio de células germinales por sección transversal tubular (G/T) que se encuentra en la pequeña porción de testículo que se extirpa durante la "orquidopexia" o intervención quirúrgica para trasladar el testículo no descendido al escroto se utiliza para predecir la futura infertilidad en los niños criptórquidos.
Sin embargo, la naturaleza quirúrgica de la biopsia también introduce el riesgo de complicaciones como lesiones, infecciones o hipogonadismo, lo que pone de manifiesto la necesidad de un método alternativo para diagnosticar la infertilidad masculina.
Estos investigadores, cuyo trabajo se ha publicado en la revista científica 'The Journal of Urology', centraron su búsqueda en biomarcadores adecuados que pudieran detectarse fácilmente en el suero de los niños criptórquidos.
"El estado de los testículos cambia drásticamente durante la pubertad. Por lo tanto, identificamos a 145 niños prepúberes, con edades comprendidas entre los 7 y los 91 meses, que se sometieron a una orquidopexia por criptorquidia unilateral o bilateral entre 2014 y 2019, en nuestro hospital. A partir de las historias clínicas disponibles, evaluamos la posición y el tamaño testiculares previos al tratamiento; los niveles de hormonas séricas; y el número medio de células germinales por sección transversal del túbulo (G/T) de estos niños", explica el autor principal del estudio, Taiki Kato.
Entre las diversas hormonas séricas, la inhibina B y la hormona antimulleriana (AMH) actúan como marcadores directos de la espermatogénesis y de la función de las células de Sertoli, que son importantes para el correcto desarrollo testicular.
Los investigadores descubrieron que los niveles séricos de inhibina B y G/T eran significativamente más bajos en los niños con criptorquidia bilateral que en los que tenían criptorquidia unilateral. En los niños con criptorquidia bilateral de no más de 24 meses de edad, la relación inhibina B/hormona de estimulación folicular (FSH) y la relación AMH/FSH se correlacionaban positivamente con G/T, el marcador estándar de infertilidad. Sin embargo, los niveles de hormonas séricas y el G/T no difirieron en los niños con testículos unilaterales no descendidos.
"Basándonos en las proporciones de las hormonas sexuales en suero, ahora podemos predecir el grado de deterioro de las células germinales y el alto riesgo de infertilidad sin necesidad de realizar una biopsia testicular. Además, la evaluación hormonal puede orientar las decisiones relativas a la terapia hormonal adicional después de la orquiopexia para un seguimiento más estrecho y prolongado de los pacientes después de la cirugía", apunta Kato.