MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
Independientemente de dónde te encuentres o de qué trabajo realices, es importante dar prioridad y proteger la visión en el trabajo, sobre todo en aquellas actividades laborales que incluyen el uso de pantallas o dispositivos electrónicos ya que el 90 por ciento de las lesiones oculares producidas en el trabajo se pueden prevenir, según advierten desde la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).
Además, el cuidado de la salud ocular en el trabajo es esencial porque puede evitar accidentes laborales que con frecuencia están causados o son consecuencia de una mala visión, y puede aumentar la productividad, ya que esta mejora enormemente cuando se da prioridad a la salud ocular de los trabajadores.
Por esta razón y, con motivo del Día Mundial de la Visión, que se celebra este jueves, 12 de octubre, los expertos quieren animar a los empresarios a que conviertan las iniciativas de salud ocular en una práctica habitual y promuevan dichos hábitos para garantizar el bienestar, la seguridad y la productividad de millones de empleados.
Entre las recomendaciones principales para el cuidado de la salud ocular en el trabajo destaca la iluminación adecuada, preferiblemente con luz natural o con iluminación artificial sin deslumbramientos ni sombras en la pantalla o área de trabajo. Además, si tu trabajo está relacionado con las pantallas, sitúa el monitor de manera que esté a la altura de tus ojos y a una distancia de unos 50-70 centímetros. Esto ayudará a reducir la tensión ocular y el cansancio visual.
Por otro lado, es aconsejable tomar pausas regulares siguiendo la regla 20-20-20, es decir, cada 20 minutos, mirar a algo a unos 20 pies (aproximadamente seis metros) de distancia durante al menos 20 segundos. Esto ayudará a relajar los ojos y a prevenir la fatiga visual.
Asimismo, parpadear frecuentemente ayuda a mantener la superficie del ojo húmeda y protegida. Cuando trabajas frente a una pantalla, es posible que parpadees menos, lo que puede provocar sequedad ocular.
Si trabajas en ocupaciones como la construcción, carpintería o cualquier entorno donde los ojos pueden estar expuestos a riesgos, asegúrate de utilizar siempre gafas de protección adecuadas. La seguridad ocular es fundamental para evitar lesiones graves. Y, si trabajas al aire libre o cerca de ventanas, recuerda que los rayos UV pueden dañar tus ojos por lo que es recomendable usar gafas de sol con protección UV para protegerlos de los efectos nocivos del sol.
Por último, los expertos recomiendan llevar a cabo exámenes regulares para detectar problemas de visión a tiempo ya que esto puede evitar posibles complicaciones. El agua también es importante para mantener los ojos bien hidratados, así como una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud ocular.
LOS PROBLEMAS DE VISIÓN MÁS FRECUENTES
Al menos 771 millones de personas tienen una pérdida de visión que puede prevenirse o tratarse. El error de refracción no corregido es la mayor causa de pérdida de visión. Para estas personas, la vista puede ser restaurada con gafas apropiadas, lentes de contacto o cirugía refractiva.
Por su parte, las cataratas son la mayor causa de ceguera y, de hecho, 100 millones de personas el mundo tienen pérdida de visión por cataratas. Para estas personas, la vista puede ser restaurada con una cirugía de cataratas. Los índices de deterioro de la visión y ceguera por cataratas son más altos en las mujeres (1,7%) que en los hombres (1,4%).
Asimismo, la degeneración macular (DMAE) relacionada con la edad es la tercera causa más importante de pérdida de visión. Por cada persona que experimenta deterioro de la visión y ceguera a causa de la DMAE, hay muchas más que viven con DMAE en fase inicial y necesitan servicios completos e integrados centrados en las personas cuidado ocular para prevenir la pérdida de visión.
El glaucoma y la retinopatía diabética son la cuarta y quinta causa, respectivamente, que pueden provocar pérdida de visión seguidas de otros problemas oculares como enfermedades tropicales desatendidas como el tracoma y la oncocercosis, la degeneración macular de la miopía y otras retinopatías o las opacidades corneales.