MADRID, 26 Nov. (EDIZIONES) -
"En todas las personas que han sufrido esta situación tan traumática de la DANA su cerebro puede cambiar. De hecho, hay muchas evidencias científicas que muestran que cuando experimentamos una situación catastrófica, un evento traumático, como esta catástrofe natural, una guerra, una violación, o un maltrato, esto nos modifica el cerebro".
Así lo afirma en una entrevista con Europa Press Infosalus Diego Redolar es doctor en Neurociencia, director del grado de Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y director del Cognitive Neurolab de la UOC, con motivo de la publicación de su último libro 'La mujer ciega que podía ver con la lengua' (Grijalbo), que recoge todo lo que la Ciencia sabe sobre el cerebro, y para mejorar la salud de éste.
Es más, este experto mantiene que, si esta catástrofe ocurre en etapas críticas del desarrollo, como en la primera infancia, "los cambios son muy marcados porque ya esa modificación se mantiene de por vida".
De hecho, subraya que los menores de edad representan, precisamente, uno de los grupos más vulnerables en este sentido. "Si nos sucede en la edad adulta podemos tener más resiliencia y que los cambios en la estructura de nuestro cerebro no sean tan marcados", apostilla.
CÓMO PROCESAR LAS EMOCIONES Y GESTIONAR EL ESTRÉS
Al final, dice que estas modificaciones cerebrales, sobre todo, van dirigidas a todas aquellas estructuras implicadas en el procesamiento de las emociones, y en en el control del estrés.
"Sabemos que estas estructuras se vuelven estas más reactivas, y hay una alta probabilidad de que se puedan producir trastornos de ansiedad, casos de depresión mayor, o que incluso que la respuesta de estrés cueste más de controlar", manifiesta este doctor en Neurociencia.
Entonces, sostiene que hay cada vez más evidencias de cómo sucede esto y de cómo esa experiencia traumática modifica nuestro cerebro, incluso desde un punto de vista genético: "Se sabe que algunos genes se pueden activar o desactivar cuando vivimos este tipo de situaciones".
DE QUÉ MANERA ESTAS PERSONAS PUEDEN MITIGARLO
Con ello, el director del grado de Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) resalta que el cerebro es neuroplástico, tanto en el mal sentido, como sucede ante un evento traumático, como en el buen sentido, es decir, que se puede aliviar: "Esa plasticidad cerebral da lugar a que eventos traumáticos nos modifiquen el cerebro, pero también esa misma plasticidad puede dar lugar a que esto se pueda revertir".
Señala así que hay técnicas terapéuticas que pueden ayudar a revertirlo: "Por ejemplo, en el procesamiento del trauma se pone de manifiesto que la terapia de desensibilización y de reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR), usada en Psicología para el tratamiento del trauma, "funciona muy bien" en este sentido.
Pero también el director del Cognitive Neurolab de la UOC cita a otras técnicas como las empleadas en laboratorio, como la estimulación magnética transcraneal, que permiten modificar el funcionamiento cerebral, y que dice que pueden ayudar a paliar estos efectos negativos que se den tras una situación traumática. Aquí considera también que la terapia psicológica en estos casos es un factor crítico y que muchas personas que hayan vivido la DANA necesitarán.