Detecta entre el 90% y el 100% de los casos de cáncer de endometrio
BARCELONA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), el Institut Catal d'Oncologia y la Universidad de Innsbruck (Austria) han diseñado y probado un nuevo sistema no invasivo y de automuestra que "podría avanzar un año el diagnóstico del cáncer de endometrio".
El nuevo método, del que se ha publicado un estudio en la revista científica 'Journal of Clinical Oncology', consiste en un test epigenético que mide el nivel de metilación de dos genes concretos en muestras de citología de cérvix, ha informado este jueves el Idibell en un comunicado.
Las metilaciones son modificaciones del ADN que permiten activar o inactivar la expresión de genes y las muestras pueden obtenerse a través de ligeros raspados del cuello del útero en la consulta, a través de un pequeño dispositivo similar a un tampón que la paciente puede usar en casa.
Los resultados publicados en la revista muestran que, en función del sistema usado para obtener la muestra, esta nueva estrategia detecta entre el 90% y el 100% de los casos de cáncer de endometrio.
Según la líder del proyecto e investigadora principal del grupo de infecciones y cáncer del Idibell y el Institut Catal d'Oncologia, Laura Costas, ha subrayado que sería factible utilizar este método para diagnosticar el cáncer de endometrio en poblaciones de riesgo.
UNO DE LOS MÁS FRECUENTES
El cáncer de endometrio es uno de los más frecuentes entre las mujeres, afecta a más de 400.000 mujeres al año mundialmente, y los métodos de diagnóstico actuales son invasivos y dolorosos, mayoritariamente a través de biopsias del endometrio.
Según Costas, este test ha funcionado bien tanto en las muestras que toma el personal médico en consulta como en automuestras vaginales tomadas por la paciente en casa: "Con este nuevo sistema se puede reducir la presión asistencial y la necesidad de una derivación inicial a un especialista y contribuir por tanto a un diagnóstico más rápido".
Ha sido un estudio multidisciplinar en el que se han incluido cohortes muy diversas para evaluar en profundidad el potencial de la nueva metodología, y apunta que la estrategia puede ser beneficiosa en dos grupos de riesgo: mujeres posmenopáusicas con sangrado ginecológico y mujeres con síndrome de Lynch.
Los investigadores han propuesto realizar estudios de coste-efectividad y analizar grandes cohortes de estos grupos de riesgo de cáncer de endometrio antes de implantar este nuevo método de diagnóstico.
El estudio ha mostrado resultados "muy esperanzadores", según los investigadores, sobre la utilidad de este método en la población general, fuera de riesgo, puesto que también ha permitido identificar este año antes de su diagnóstico, y de cara al futuro se están realizando pruebas para evaluar tests similares para el diagnóstico de otros cánceres ginecológicos.