Doce factores físicos, de estilo de vida y sociales modificables claves en la salud cerebral

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Archivo - Brain - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / JULOS - Archivo
Publicado: martes, 23 julio 2024 8:14

MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

La depresión en la vejez, que se define típicamente como la depresión que comienza en personas mayores de 60 años, puede afectar hasta un tercio o más de las personas mayores de 60 años y puede ser debilitante. Pero, al igual que otras afecciones neurológicas, el riesgo de una persona puede verse influenciado por las opciones de estilo de vida. A este respecto, los investigadores de Mass General Brigham (Estados Unidos) desarrollaron y validaron previamente el Brain Care Score (BCS) para ayudar a los pacientes y médicos a identificar cambios en el estilo de vida que pueden reducir su riesgo de demencia y accidente cerebrovascular.

Ahora, con colaboradores de la Universidad de Yale (Estados Unidos), han demostrado que un BCS más alto también se asocia con un menor riesgo de depresión en la vejez. Los hallazgos, publicados en 'Frontiers in Psychiatry', brindan más evidencia de factores de riesgo biológicos compartidos para el accidente cerebrovascular, la demencia y la depresión y resaltan el potencial del BCS para ayudar a los pacientes a realizar cambios en el estilo de vida para cuidar mejor su salud cerebral.

"El Brain Care Score es una herramienta sencilla diseñada para ayudar a cualquier persona del mundo a responder la pregunta: "¿Qué puedo hacer para cuidar mejor mi cerebro?", explica el autor Jonathan Rosand, cofundador del Centro McCance para la Salud Cerebral en el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) y principal desarrollador del Brain Care Score. "Este artículo proporciona evidencia convincente de que aumentar el BCS no solo es probable que haga que su cerebro esté más sano y sea más resistente a enfermedades como la demencia y el accidente cerebrovascular, sino que también ofrece la esperanza de protección contra la depresión".

"La demencia, los accidentes cerebrovasculares y la depresión son las principales causas del sufrimiento humano a medida que envejecemos", afirma por su parte el autor correspondiente Christopher D. Anderson, jefe de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cerebrovasculares en el Departamento de Neurología de BWH. "Este estudio destaca una oportunidad extraordinaria para prevenir el desarrollo de estas afecciones en primer lugar".

El Brain Care Score fue desarrollado por investigadores del Centro McCance y sus colaboradores para ayudar a los pacientes y médicos a prevenir la aparición de enfermedades cerebrales centrándose en factores de riesgo modificables. Estos incluyen cuatro factores de riesgo físicos (presión arterial, hemoglobina A1c, colesterol e índice de masa corporal), cinco elementos del estilo de vida (nutrición, consumo de alcohol, tabaquismo, actividad física y sueño) y tres elementos socioemocionales (estrés, relaciones y propósito de vida). Una puntuación más alta en la escala de 21 puntos es indicativa de un menor riesgo de enfermedad cerebral.

El equipo de investigación, utilizando datos de más de 350.000 participantes en el estudio UK Biobank (UKB), demostró que un aumento de cinco puntos en la BCS inicial se asoció con un riesgo 33 por ciento menor de depresión en la vejez y un riesgo compuesto 27 por ciento menor de depresión en la vejez, accidente cerebrovascular y demencia durante un período de seguimiento medio de 13 años.

La base de datos UKB, que los investigadores utilizaron previamente para desarrollar y validar la BCS, incluye más de una década de información de salud recopilada sistemáticamente de participantes de todo el Reino Unido, que tenían entre 40 y 69 años durante el período de inscripción del estudio de 2006 a 2010. Además, los investigadores verificaron sus hallazgos en un conjunto de datos separado de casi 200.000 personas de la base de datos UKB, cuyos registros de atención primaria también fueron accesibles para los investigadores. El infradiagnóstico y la infradocumentación de la depresión es un desafío conocido para la investigación epidemiológica, pero la inclusión de los registros de atención primaria puede reducir la probabilidad de que se pasen por alto diagnósticos.

Al estratificar los resultados por edad, los investigadores se sorprendieron al encontrar una asociación sustancial entre la puntuación de BCS inicial y el riesgo de depresión en personas menores de 50 años. Si bien los investigadores esperaban que las personas mayores pudieran experimentar procesos neurodegenerativos e inflamatorios que pueden contribuir a la depresión, el accidente cerebrovascular y la demencia en la vejez, los cambios neurobiológicos que conducen a la depresión en personas más jóvenes son menos evidentes. En el futuro, los investigadores están realizando trabajos adicionales para comprender la relación entre las puntuaciones de BCS y el riesgo de depresión en los jóvenes.

"Todavía queda mucho por aprender sobre las vías que contribuyen a la depresión, la demencia y los accidentes cerebrovasculares en la vejez", afirma la primera autora, la doctora Sanjula Singh, doctora y máster en Ciencias del Centro McCance para la Salud Cerebral del Departamento de Neurología del Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos). "Nuestros resultados destacan la importancia de una visión holística del cerebro para comprender mejor las conexiones subyacentes entre las diferentes enfermedades cerebrales".

Los investigadores están realizando investigaciones en curso para determinar si las personas que aumentan su BSC con el tiempo en cinco puntos o más tienen un riesgo reducido de sufrir un accidente cerebrovascular y demencia en el futuro, en comparación con aquellos que no aumentan su puntuación de forma sustancial.

"Cada vez hay más datos que sugieren que el riesgo de padecer una variedad de enfermedades no transmisibles está mediado en cierta medida por cambios modificables en el estilo de vida, si se realizan con la suficiente antelación", destaca el doctor Gregory Fricchione, director adjunto de psiquiatría del Hospital General de Massachusetts. "Esta investigación es provocadora y esperanzadora en sus implicaciones para abordar enfermedades prevalentes como la depresión, que en sí misma es un factor de riesgo para muchas otras enfermedades. Esta investigación nos recuerda la interrelación del sistema nervioso con el estrés psicosocial e inmunológico, junto con la oportunidad de reducir las vulnerabilidades a los daños posteriores en el cerebro mediante mejoras en los factores descritos en la BCS".