¿Dolor crónico? Esta técnica innovadora lo alivia sin riesgos y mejora tu vida

Archivo - Dolor de cuello, totícolis, contracción muscular
Archivo - Dolor de cuello, totícolis, contracción muscular - PEOPLEIMAGES/ ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 7 enero 2025 8:35

   MADRID, 7 Ene. (EDIZIONES) -

   Se considera dolor crónico como aquel que padece un paciente durante meses o incluso años. Uno de los problemas con los que cuenta el dolor crónico es que afecta de tal manera a la calidad de vida de los pacientes que es determinante encontrarle una salida, o al menos, un alivio.

   Nuevas técnicas han emergido en este sentido, como la neuromodulación cerebral, cuya efectividad se logra sin efectos secundarios, tal y como defiende en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Mª Ángeles Idiazábal, neurofisióloga clínica y directora del Instituto Neurocognitivo INCIA, adscrito a la Universidad de Barcelona (Facultad de Psicología), dedicado al diagnóstico y al tratamiento de trastornos del sistema nervioso central y periférico, trastornos del sueño, y trastornos neurocognitivos.

   Se trata de técnicas de estimulación cerebral no invasiva que se conocen hace muchos años, según afirma esta doctora, si bien mantiene que en los últimos años están cobrando cada vez más importancia porque están más incorporadas en la clínica: "En España hay unidades que trabajan con estimulación cerebral no invasiva, para diferentes patologías como la depresión, el ictus, los trastornos cognitivos, o el dolor crónico".

   Celebra así que este tipo de técnicas no invasivas se están implementando cada vez más en hospitales públicos; aunque donde sin duda se están empleando muchísimo son en los centros sanitarios privados.

   "Se deben implementar más porque son técnicas que no son invasivas, que no tienen efectos secundarios; que nos dan una efectividad muy alta, igual que otros tratamientos; que son complementarias a otros tratamientos; y que abren la puerta a pacientes que tienen dolor crónico y que no responden a la medicación", agrega.

UN COADYUVANTE A SUS TRATAMIENTOS

   En este sentido, la neuromodulación representa una alternativa clara que les puede beneficiar a los pacientes con dolor crónico, según considera la doctora Idiazabal porque, según reconoce, estos pacientes suelen presentar otros trastornos y dificultades asociadas, como la fatiga, la ansiedad, la depresión, o los trastornos del sueño.

    "La neuromodulación nos permite abordar estos otros temas aparte del dolor crónico. Podemos disminuir el dolor, pero también mejorar el estado de ánimo del paciente, el sueño, la fatiga, la calidad de vida del paciente. Son técnicas seguras. Es una opción terapéutica complementaria muy importante en el manejo del dolor de los pacientes con dolor, con fibromialgia, o con depresión. Creo que ayuda mucho, y nuestra experiencia es muy buena", insiste esta neurofisióloga clínica.

   La también directora del Instituto Neurocognitivo INCIA avisa, eso sí, de que tiene que darse un tratamiento continuado, de 30 sesiones en 4 semanas. "Si el paciente responde al tratamiento se deben hacer sesiones de mantenimiento. Todo es muy individualizado según el caso. Ahora, además, tenemos la opción de poder hacer tratamientos domiciliarios, muy importante en pacientes con dolor crónico, más si son personas de edad avanzada", resalta esta doctora, que es Premio Nacional de Medicina (2018) en neurofisiología clínica.

QUE ES ESTO DE LA NEUROMODULACION CEREBRAL

   En concreto, a este tipo de prácticas se las llama 'estimulación cerebral no invasiva', o 'neuromodulación' que, tal y como explica esta doctora, están dirigidas a neuromodular las estructuras nerviosas a nivel cerebral, el funcionamiento del cerebro, para conseguir repararlas si hay algún área que no está funcionando correctamente.

   Por ejemplo, cita que en el campo del dolor crónico puede darse una alteración en el procesamiento del dolor, de igual manera que si tiene lugar un ictus en el paciente; ambas áreas donde estos procedimientos son totalmente efectivos, y seguros.

   Principalmente señala que actualmente se trabaja con dos grandes grupos de técnicas de estimulación cerebral no invasiva: la estimulación magnética transcraneal, y luego la estimulación transcraneal por corriente directa.

   "Estas técnicas producen cambios en cómo funciona nuestra actividad cerebral, en la plasticidad neuronal que pervive en el tiempo. Nuestro cerebro a través de la plasticidad cerebral es capaz de cambiar su estructura para adaptarse a las nuevas situaciones. Con estas técnicas, a través de unos impulso magnéticos, o de estímulos eléctricos, de forma repetida, favorece esos cambios en las estructuras cerebrales que no funcionan de manera adecuada", agrega.

   Entonces, dependiendo de la patología que queramos, dice Idiazabal que se estimulará o inhibirá un área concreta del cerebro que esté implicada en el trastorno que tengamos. "Por ejemplo, en depresión hay una serie de circuitos involucrados, y estos cambian en el dolor crónico", precisa.

EN QUÉ CAMPOS PRESENTA GRAN EFECTIVIDAD

   En concreto, habla de su efectividad en gran parte de las enfermedades neurológicas, psiquiátricas (depresión y ansiedad, sobre todo), así como relacionadas con el dolor (dolor crónico fundamentalmente).

   "Está indicada porque funciona muy bien en la depresión farmacorresistente, en el TOC, en la ansiedad, o en las migrañas, por ejemplo; se emplea también en fibromialgia, en dolor neuropático, en neuralgia herpética y del trigémino; así como a nivel de dolor crónico, que puede tener diferentes causas, como dolor lumbar crónico o dolor oncológico", remarca.

NINGÚN EFECTO SECUNDARIO

   En última instancia, esta neurofisióloga resalta que las principales ventajas de estas técnicas respecto a los fármacos es que no tienen ningún efecto secundario, al no darse un tratamiento sistémico, sino que estas técnicas actúan sólo a nivel cerebral, por ejemplo, únicamente en aquellas estructuras cerebrales implicadas en el dolor crónico.

   "Además, en el caso del dolor crónico, el resultado de los efectos farmacológicos es menor al 60%. Es una enfermedad de difícil manejo y de difícil resultado en estos pacientes, por lo que necesitan una alternativa", apostilla la doctora Idiazabal.

   Asimismo, dice que estos procedimientos pueden potenciar los efectos del tratamiento farmacológico que tiene el paciente, y muchas veces permiten incluso reducir las dosis de estos tratamientos farmacológicos que usa el paciente.

LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES

   En último lugar, otro de los beneficios de estas técnicas en los casos de dolor crónico es que no sólo actúan sobre las áreas cerebrales implicadas en el dolor crónico, sino que también pueden tratar las otras estructuras cerebrales que se ven afectadas por el dolor crónico y que hacen referencia a todo el aspecto emocional, tan mermado en estos pacientes, como puede ser el sistema límbico: "La neuromodulación también ayuda a aquellas estructuras relacionadas con las emociones, y con toda la parte emocional del dolor, porque el dolor es como lo sientes pero después el componente emocional y cognitivo del dolor es también muy importante".

   A la larga esto hace que se produzcan cambios en la plasticidad cerebral, tal y como señala, recordando que en el dolor crónico hay una sensibilización central, es decir, un estado en el que existe una hiperactivación de cómo el cerebro procesa el dolor: "Un dolor crónico produce una sensibilización central, es decir, son mecanismos que tiene el cerebro que al ser tan repetido el dolor se produce una ampliación de señales dolorosas, que es anormal, de manera que cuanto más dolor crónico tenemos, mayor percepción de dolor tenemos, y cosas que sí son dolorosas nos duelen más, o incluso estímulos que no deberían ser dolorosos nuestro cerebro los interpreta como tal. Esta hiperactivación que hay a nivel cerebral con la neuromoldulación podemos modularla y hacer que disminuya el dolor".

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