MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Durante los tratamientos de reproducción asistida con ovodonación, las pacientes pueden pasar por un proceso de "duelo genético", causado especialmente porque en estos casos el embrión carece del aporte genético de la madre gestante, ya que el óvulo utilizado en la fecundación 'in vitro' (FIV) procede de una donante, según explica el psicólogo de Ginemed Madrid, David González Gerpe.
La fecundación 'in vitro' con ovodonación es actualmente una de las técnicas con mejores tasas de éxito dentro de la medicina reproductiva en España. De hecho, el porcentaje de embarazos por ovodonación alcanza el 60 por ciento después de una primera transferencia embrionaria y puede aumentar a un 90 por ciento en los siguientes intentos.
Estos tratamientos de fertilidad permiten la consecución del embarazo a madres que no pueden lograrlo con sus propios óvulos. A pesar de su elevada tasa de éxito, que se debe a que los óvulos donados proceden de una mujer joven y sana y con características similares a la madre gestante, algunas mujeres y parejas siguen teniendo dudas o miedos por tener que renunciar a su carga genética para tener un hijo.
"Esta renuncia de los propios genes puede generar en las pacientes lo que se denomina "duelo genético", un estado emocional, caracterizado por emociones intensas como la tristeza y el miedo", señala el experto.
El experto asegura que para superar el duelo genético es importante saber que lo genético "no se debe exclusivamente al ADN heredado de un óvulo o un espermatozoide". Existen otros factores externos que pueden influir en los genes, como los hábitos de vida o la interacción madre e hijo durante la gestación. Sobre este tema, el psicólogo insiste en que "el duelo genético puede ser transitado y superado de una manera saludable de la mano de un acompañamiento psicológico especializado".
"La importancia de dicho acompañamiento psicológico radica en crear un espacio que permitirá a la pareja o paciente reflexionar sobre la decisión de convertirse en madre/padre, expresar sus miedos y dudas en un ámbito de confianza, recibir información de calidad, identificar sus creencias sobre la maternidad/paternidad, cuestionar mandatos sociales y generar recursos internos para afrontar el proceso de aceptación de la donación", detalla el especialista.
El objetivo de este espacio es que "la madre o pareja pueda cambiar su perspectiva, valorando la situación como una oportunidad y no como una pérdida, ya que ser padres va mucho más allá de los genes", añade.
En este sentido, el psicólogo asegura que "la superación del duelo genético es posible", aunque requiere paciencia y un acompañamiento psicológico especializado. Así, este especialista recomienda que, durante este proceso, no se olvide el cuidado del cuerpo físico; se expresen todas las emociones sin miedo al juicio, se interactúe con el bebé que está creciendo en el interior; y se comparan las emociones con la familia y los amigos.