MADRID 22 Ago. (Reuters/EP) -
La edad del paciente podría ser un factor diferencial en la calidad del tratamiento del melanoma, tal y como ha evidenciado una investigación llevada a cabo por un equipo de especialistas del Hospital Universitario Robert Debré de Reims (Francia).
Este trabajo, que ha sido publicado en la edición digital de la revista 'JAMA Dermatology', expone que las primaveras con las que cuenten los pacientes podría influir en la gestión de la terapia contra este tumor de la piel. De esta forma, los enfermos mayores de 70 años "esperan más para eliminar el tumor".
Así lo indica el autor principal del estudio y miembro de la Unidad de Metodología de Ayuda de este centro hospitalario galo, el doctor Dragos Ciocan, que añade que este colectivo tiene "menos atención integral y seguimiento que los pacientes más jóvenes".
Para llegar a las conclusiones obtenidas con la investigación, los especialistas han realizado un cuestionario a un grupo de médicos y se han valido de los datos existentes en el registro nacional de cáncer francés. De esta manera, han evaluado 1.621 casos de pacientes con melanoma detectados en una etapa temprana, y de los cuales más de dos tercios eran personas menores de 70 años.
Tras ello, los especialistas han constatado que el 22 por ciento de estos últimos esperó algo más de seis semanas para ser tratado contra el melanoma, mientras que en los pacientes mayores el dato se eleva al 32 por ciento.
ESPERAR TANTO PARA RECIBIR EL TRATAMIENTO "NO ES UNA BUENA IDEA"
El dermatólogo del Centro de Cirugía de la Piel Winston-Salem de Carolina del Norte (Estados Unidos), el doctor John G. Albertini, que no participó en el estudio, sostiene que, aunque esperar este lapso de tiempo no es necesariamente peligroso, hacerlo "no es probablemente una buena idea".
Además, y según se observa en los datos, la cantidad de piel eliminada durante la intervención no fue suficiente en el 17 por ciento de los pacientes mayores, por sólo en un 5 por ciento de los menores de 70 años. Así, manifiestan que esta operación "requiere entre uno y tres centímetros de margen adicional en función del espesor del tumor".
Otro ejemplo que muestra esta disparidad es la biopsia de un ganglio linfático en los melanomas más gruesos y peligrosos, la cual se realiza en un 23 por ciento de las ocasiones en los enfermos mayores y en 41 por ciento de los jóvenes.
A juicio de Albertini, esta coyuntura se está produciendo "por la priorización de la atención", algo que conlleva "retrasos en el diagnóstico y, posiblemente, en el tratamiento" de este tumor, el cual es "el más común en Estados Unidos".