El ejercicio mejora la salud cognitiva de las personas con síndrome de Down tras sólo 8 semanas

Archivo - Woman with Down Syndrome and her friend walking in a park
Archivo - Woman with Down Syndrome and her friend walking in a park - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / PORTISHEAD1 - Archivo
Publicado: jueves, 30 noviembre 2023 7:25


MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un estudio exploratorio ha demostrado que el ejercicio ligero y regular puede mejorar la salud cognitiva y física de los adultos con síndrome de Down, según publican sus autores en el 'International Journal of Environmental Research and Public Health'. El estudio Mindsets es el primero que investiga los efectos del ejercicio físico y cognitivo en personas con síndrome de Down, y ha descubierto que las caminatas cortas pueden mejorar el procesamiento de la información y la atención después de sólo ocho semanas.

El papel que el ejercicio puede desempeñar en el crecimiento cognitivo representa un gran avance en la reflexión sobre lo que es mejor para los adultos con síndrome de Down, y hay pruebas de que las personas con síndrome de Down no suelen alcanzar los niveles recomendados de actividad física diaria.

La nueva investigación contó con 83 participantes adultos reclutados a raíz de una campaña internacional de la Sociedad Canadiense del Síndrome de Down, y fue dirigida por el doctor Dan Gordon y Viviane Merzbach, de la Universidad Anglia Ruskin (ARU) de Cambridge (Reino Unido). Aproximadamente uno de cada mil niños nace con síndrome de Down. Se asocia a una disposición atípica de los cromosomas, que provoca cierto grado de discapacidad intelectual y retrasos en las habilidades motoras y el desarrollo del habla.

Los participantes en el estudio Mindsets --40 mujeres y 43 hombres de entre 18 y 48 años, procedentes de 10 países-- fueron asignados a uno de cuatro grupos durante un periodo de ocho semanas.

Los participantes de un grupo que sólo hacía ejercicio completaron ejercicios cardiorrespiratorios, consistentes en caminar tres veces por semana durante 30 minutos por sesión, mientras que un segundo grupo tomó parte en una serie de ejercicios cognitivos y de función ejecutiva, proporcionados por BrainHQ. Un grupo combinado realizó ejercicios físicos y cognitivos, mientras que el cuarto grupo no hizo ninguno de los dos.

Los participantes recibieron un dispositivo Fitbit para registrar los pasos dados, las distancias recorridas, la velocidad y la frecuencia cardiaca, y registraron su actividad y se comunicaron con el equipo de investigación a través de una aplicación Mindsets personalizada.

Al principio y al final del periodo de ocho semanas, todos los participantes se sometieron a evaluaciones físicas y cognitivas. El efecto positivo de ocho semanas de ejercicio sobre la forma física quedó demostrado por el aumento significativo de la distancia total recorrida en una prueba de caminata de seis minutos, con una mejora del 11,4% en el grupo de solo ejercicio y del 9,9% en el grupo combinado.

La prueba de atención sostenida a la respuesta (SART) mide las tasas de error durante una actividad cognitiva. Los investigadores observaron una reducción significativa de los errores y un aumento de las respuestas correctas tanto en el grupo de sólo ejercicio como en el combinado.

Durante la prueba STROOP, que mide la velocidad y precisión de la toma de decisiones, los investigadores observaron una mejora significativa en el grupo de sólo ejercicio, el grupo de entrenamiento cognitivo y el grupo combinado.

Aunque caminar suele ser una actividad inconsciente, los investigadores observaron que la activación de las vías neuronales locomotoras mediante el proceso de caminar impulsa el desarrollo cognitivo, ya que requiere que las personas con síndrome de Down estén más atentas y presten más atención a la tarea que tienen entre manos.

El doctor Dan Gordon, catedrático asociado de Fisiología del Ejercicio Cardiorrespiratorio de la Universidad Anglia Ruskin y autor principal del estudio, explica que "caminar, y el ejercicio en general, no es una actividad natural para muchas personas de la comunidad del síndrome de Down, pero este estudio demuestra que caminar es una poderosa herramienta para desarrollar la función cognitiva y ejecutiva".

"Para la mayoría de las personas, caminar es una actividad subconsciente, pero implica mucho procesamiento de la información y toma de decisiones --prosigue--. En nuestros participantes con síndrome de Down, creemos que caminar tiene el efecto de activar las vías locomotoras, impulsar el desarrollo cognitivo y mejorar el procesamiento de la información, la vigilancia y la atención".

Destaca que "estos hallazgos son potencialmente enormes para la comunidad con síndrome de Down, sobre todo porque caminar es una actividad gratuita en la que puede participar la mayoría de la gente. La mejora de la función cognitiva puede conducir a una mayor integración social y calidad de vida, lo cual es importante dado que ésta es la primera generación de personas con síndrome de Down que, por lo general, sobrevivirán a sus padres", subraya.

"Estos resultados nos recuerdan que todo cerebro es plástico y capaz de cambiar --apunta el doctor Henry Mahncke, de Posit Science, fabricante de BrainHQ--. Incluso cuando existen diferencias de origen genético, eso no significa que un cerebro no pueda cambiar con el ejercicio, ya sea físico o cognitivo. Nos entusiasma ver estos resultados y esperamos seguir investigando".

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