El ejercicio reduce la posibilidad de diabetes tipo 2 incluso cuando hay un alto riesgo genético

Archivo - Mujer haciendo pesas.
Archivo - Mujer haciendo pesas. - SVITLANA HULKO/ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 6 junio 2023 7:49

MADRID 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una nueva investigación ha revelado que mantenerse activo podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2, incluso en personas con un alto riesgo genético de desarrollar esta enfermedad, según un estudio de la Universidad de Sídney (Australia) publicado en el 'British Journal of Sports Medicine'.

El ensayo halló que los niveles más altos de actividad física total, especialmente la actividad física de intensidad moderada a vigorosa, tenían una fuerte asociación con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Los investigadores afirman que el estudio demuestra que el aumento de la actividad física debería promoverse como una estrategia importante para prevenir la diabetes de tipo 2, que afecta a millones de australianos.

En el estudio participaron 59.325 adultos del Biobanco del Reino Unido, que llevaban acelerómetros (rastreadores de actividad que se colocan en la muñeca) al inicio del estudio y a los que se siguió hasta siete años para controlar los resultados de salud.

El Biobanco del Reino Unido es una base de datos biomédicos a gran escala y un recurso de investigación que contiene información anónima sobre genética, estilo de vida y salud de medio millón de participantes británicos.

En ella se incluyeron marcadores genéticos asociados a un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Las personas con una puntuación de riesgo genético alta tenían 2,4 veces más riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 que las que tenían una puntuación de riesgo genético baja.

El estudio demostró que más de una hora diaria de actividad física de intensidad moderada a vigorosa se asociaba a un riesgo un 74% menor de desarrollar diabetes de tipo 2 en comparación con los participantes que realizaban menos de 5 minutos de actividad física, y ello incluso teniendo en cuenta otros factores, como el riesgo genético.

Otro hallazgo convincente fue que los participantes con un riesgo genético elevado, pero que se encontraban en la categoría de los más activos físicamente, tenían en realidad un riesgo menor de desarrollar diabetes de tipo 2 en comparación con los que tenían un riesgo genético bajo pero se encontraban en la categoría de los menos activos.

La autora principal, la profesora asociada Melody Ding, del Centro Charles Perkins y la Facultad de Medicina y Salud, afirma que, aunque el papel de la genética y la actividad física en la aparición de la diabetes de tipo 2 está bien establecido, hasta ahora la mayoría de los datos eran autodeclarados y había pocas pruebas de que el riesgo genético pudiera contrarrestarse con la actividad física.

"No podemos controlar nuestro riesgo genético ni nuestros antecedentes familiares, pero este hallazgo aporta noticias prometedoras y positivas de que, mediante un estilo de vida activo, se puede "combatir" gran parte del riesgo excesivo de diabetes tipo 2", resalta.

La profesora asociada Ding afirma que la actividad física de intensidad moderada describe los movimientos que hacen sudar y perder ligeramente el aliento, como caminar a paso ligero y la jardinería en general.

Ejemplos de actividad física de intensidad vigorosa son correr, bailar aeróbicamente, ir en bicicleta cuesta arriba o a ritmo rápido y la jardinería pesada, como cavar; todas ellas actividades que le dejan sin aliento o le hacen respirar con dificultad.

La diabetes es un problema de salud pública mundial. En 2021 había 537 millones de adultos diabéticos en todo el mundo. Los resultados también tienen un fuerte significado personal para la profesora Ding, cuyo padre fue diagnosticado recientemente con diabetes tipo 2 en sus sesenta años.

"En la familia de mi padre hay antecedentes de diabetes de tipo 2, así que el resultado del estudio es muy alentador para mi familia y para mí. Como persona ya activa, ahora tengo una motivación extra para mantener este estilo de vida activo --afirma la profesora asociada Ding--. Nuestra esperanza es que este estudio sirva de base para las directrices clínicas y de salud pública, de modo que pueda ayudar a la prevención de enfermedades crónicas a los profesionales sanitarios, las organizaciones y el público".

"Estoy encantada de compartir los resultados de nuestra investigación con un público amplio para que la gente sepa que la actividad física es beneficiosa para la salud, especialmente para las personas con alto riesgo genético. Si tiene antecedentes familiares de diabetes de tipo 2, o incluso si no los tiene, hoy es el día de empezar a ser físicamente activo", concluye la doctoranda Mengyun (Susan) Luo, que dirigió el estudio.