¿Por qué está empeorando la calidad del semen?

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Archivo - Esperma, semen - UGURHAN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 30 agosto 2022 17:07


MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los últimos estudios sobre la calidad del semen reflejan un "empeoramiento progresivo" en los últimos años debido a diversos factores, según advierte el ginecólogo de la clínica miniFiv, Enrique García.

"Estamos viendo cómo la infertilidad masculina se incrementa progresivamente y, en muchas ocasiones, las parejas tienen que hacer frente a problemas de infertilidad por partida doble", comenta el ginecólogo de la clínica miniFiv.

La infertilidad masculina puede deberse a muchas causas. En primer lugar, algunas enfermedades (como la fibrosis quística, una diabetes mal controlada, traumatismos testiculares y determinados trastornos genéticos) pueden causar un empeoramiento en la calidad del semen.

Además, algunas medicaciones o los hábitos de vida poco saludables, como un consumo excesivo de alcohol, drogas o esteroides anabolizantes, también influyen negativamente en la calidad y movilidad del esperma.

"El origen de la infertilidad masculina puede residir en alguna patología o condición previa, pero lo más frecuente es que se deba a factores externos como el estrés, una mala alimentación u obesidad, ciertas medicaciones, el tabaco o los contaminantes ambientales", explica el doctor.

A nivel emocional, aunque algunos pacientes pueden experimentar sentimientos de culpa, vergüenza o baja autoestima, cada vez se asume de manera más natural la necesidad de pasar por un proceso de reproducción asistida. De todas formas, si llega a ser necesario, se recomienda que ambos miembros de la pareja acudan a un especialista para aceptar la situación y afrontarla conjuntamente.

CÓMO REVERTIR LA INFERTILIDAD MASCULINA ORIGINADA POR FACTORES EXTERNOS

"La gran ventaja de los espermatozoides respecto a los ovocitos, es que, en general, cuando la infertilidad está causada por factores externos, es fácilmente reversible", apunta el doctor.

"El semen sufre una renovación constante gracias a la espermatogénesis, por lo que pequeños cambios en los hábitos diarios y el estilo de vida pueden tener un efecto a corto o medio plazo en la mejora de su calidad", explica.

Por ejemplo, detalla que hay mucha concienciación en torno a algo tan cotidiano como el hábito tabáquico cuando se está buscando un embarazo en la mujer; sin embargo, "son muchos los que desconocen el gran daño oxidativo que el tabaco tiene para la fertilidad del hombre", advierte.

"Por otro lado, una buena alimentación rica en vitamina C, antioxidantes o zinc puede mejorar la calidad del esperma", aclara el doctor García, que añade que "en tan solo 3 meses se pueden ver resultados en la calidad del esperma si se adoptan unos hábitos de vida saludables".

CÓMO COMPROBAR LA CALIDAD DEL SEMEN

En una primera evaluación, la prueba más importante para comprobar la calidad del semen es el seminograma, que analiza la concentración, movilidad y forma de los espermatozoides, determinando las condiciones de las que se parten. En función de los resultados, puede ser necesario profundizar con otras pruebas o no.

En algunos casos, el profesional indicará a la pareja la necesidad de realizar un tratamiento de reproducción asistida para hacer realidad el embarazo.

Cuando esto ocurre, los tratamientos de baja estimulación pueden ser una alternativa más segura, cómoda y económica que los tratamientos de fecundación 'in vitro' convencionales.

"Cuando tenemos alteraciones en el semen, el reto va a estar en saber seleccionar los mejores espermatozoides para utilizarlos en el tratamiento. Sin embargo, no es necesario que la mujer pase un proceso en el que se utilicen concentraciones muy altas de hormonas", comenta el experto.

La estimulación suave prioriza la calidad de los óvulos frente a la cantidad, de forma que, tras una correcta selección de los espermatozoides, se puedan obtener embriones con altas posibilidades de implantación.

Según el doctor, "siempre es importante individualizar cada caso", pero, en general, este protocolo puede usarse incluso aunque la mujer supere los 35 años (cuando la fertilidad comienza a disminuir considerablemente).