MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
A los dos años los niños que nacieron con anomalías neurológicas debidas al virus del Zika congénito (ZIKV) presentan una serie de perfiles de desarrollo neurológico heterogéneos que pueden seguirse mediante una evaluación neurológica rutinaria, según un nuevo estudio publicado en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE' por el doctor Albert Ko, de la Universidad de Yale (Estados Unidos), y el doctor Federico Costa, de la Universidad Federal de Bahía (Brasil), y sus colegas.
Por ello, los autores advierten de que, aunque "los niños con microcefalia asociada a CZS presentan graves deficiencias en el neurodesarrollo, tienen patrones de desarrollo heterogéneos y es necesario entender las diferencias entre estos niños para proporcionar una mejor intervención sanitaria".
Los niños expuestos al ZIKV en el útero pueden desarrollar distintas anomalías neurológicas, como microcefalia, y malformaciones del sistema nervioso central. Estudios anteriores han encontrado retrasos en el desarrollo neurológico de alrededor de 20 meses en niños pequeños con microcefalia asociada al síndrome congénito del Zika (CZS). Sin embargo, también se han descrito casos de bebés con un neurodesarrollo normal a pesar de presentar una microcefalia asociada al CZS al nacer.
En el nuevo estudio, los investigadores hicieron un seguimiento de 42 niños afectados por el CZS de entre 25 y 32 meses de edad de una clínica ambulatoria de microcefalia en Brasil. Un total de 19 de los niños inscritos (45,2%) eran varones, la edad media en el momento de la evaluación era de 28 meses, y todos los niños tenían un perímetro cefálico de más de 2 desviaciones estándar por debajo de la media.
Los participantes fueron evaluados en cuanto a su desarrollo neurológico y neurológico, utilizando el Examen Neurológico Infantil de Hammersmith (HINE) y las Escalas Bayley de Neurodesarrollo de Bebés y Niños Pequeños (Bayley-III) respectivamente.
En general, los niños presentaban graves retrasos lingüísticos, cognitivos y motores, medidos por el Bayley-III, y graves síntomas neurológicos, registrados por el HINE. Sin embargo, las puntuaciones brutas del HINE y del Bayley-III captaron eficazmente la heterogeneidad de estos síntomas.
Un mayor perímetro cefálico en el seguimiento se asoció con mayores puntuaciones cognitivas. Las mejores puntuaciones del HINE también se correlacionaron con puntuaciones brutas cognitivas y motoras más altas del Bayley-III, incluso después de controlar otros factores.
El estudio fue el primero en asociar el HINE -una herramienta de examen neurológico breve y fácil- con el desarrollo cognitivo y motor en niños con CZS. Los autores concluyen que el HINE puede ser una herramienta útil para caracterizar los resultados a largo plazo y captar la heterogeneidad clínica de los niños con microcefalia asociada al CZS.