MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Maryland han identificado en ratones que el ajuste de los niveles de un compuesto conocido como ácido cinurénico puede servir como interruptor para disminuir los efectos de un comportamiento similar a la esquizofrenia en humanos, según detallan en un trabajo publicado en la revista 'Biological Psychiatry'.
En los últimos años, los científicos han identificado el potencial del ácido cinurénico en esta enfermedad ya que los pacientes tienen niveles más elevados en el cerebro. Además, un metabolito del aminoácido triptófano conocido como KYNA disminuye el glutamato y, según han visto, sus niveles también son más bajos en estos pacientes.
Los científicos han teorizado que esta reducción en la actividad del glutamato y, por lo tanto, los niveles más altos de KYNA observados en los pacientes, podrían estar relacionados con una serie de síntomas observados en la esquizofrenia, especialmente los problemas cognitivos.
El estudio ha sido liderado por el profesor Robert Schwarcz, que en 1988 fue el primero en identificar la presencia del KYNA en el cerebro y que ha estudiado su papel en la esquizofrenia y otras enfermedades neuropsiquiátricas.
En este trabajo ha colaborado estrechamente con científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), la Universidad de Leicester (Reino Unido) y KynuRex, una empresa de biotecnología con sede en San Francisco (Estados Unidos).
"Este estudio proporciona un nuevo apoyo crucial para nuestra larga hipótesis, ya que explica cómo el sistema KYNA puede llegar a ser disfuncional en la esquizofrenia", según este experto.
Schwarcz y su equipo estudiaron ratones que tenían déficit de kynurenina 3-monooxygenasa (KMO), una enzima que es crucial para determinar los niveles de KYNA en el cerebro, de modo que a menor presencia mayores niveles de este metabolito. Curiosamente, los pacientes con esquizofrenia tienen niveles cerebrales inferiores a los normales de KMO, que pueden estar relacionados con niveles más bajos de glutamato.
Los ratones con niveles más bajos de KMO mostraron alteraciones en la memoria contextual y pasaron menos tiempo que un grupo de control que interactuaba con un ratón desconocido en un entorno social. Los ratones de bajo KMO también mostraron mayor ansiedad-como el comportamiento cuando se pone en un laberinto y otros entornos desafiantes. Y dado que estos comportamientos son similares a los rasgos de comportamiento en los seres humanos con esquizofrenia, esto sugiere que KMO y KYNA pueden desempeñar un papel clave en la enfermedad.
El nuevo descubrimiento también tiene implicaciones clínicas ya que, por sí solo, el aumento de glutamato a gran escala tiene efectos secundarios graves, incluyendo convulsiones y muerte de las células nerviosas.