MADRID, 18 Abr. (EDIZIONES) -
El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) estadounidense describe la Enfermedad de Ménière, también denominada 'Vértigo Ménière', como "una anomalía en el oído interno que causa mareos fuertes (vértigo), timbre o silbido en el oído (tinnitus), pérdida de audición y una sensación de que el oído está lleno o congestionado". Existen aproximadamente 90.000 personas diagnosticadas en España y 615.000 en Estados Unidos, por ejemplo.
Por lo general, afecta a un solo oído, aunque los últimos avances médicos han permitido verificar que en pacientes que sólo tienen la enfermedad sintomáticamente en un oído, en el otro presentan signos de alteración, se aprecia algún signo patológico, según resalta a Infosalus el doctor de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) Nicolás Pérez, especialista en Otorrinolaringología y experto en vértigos.
Puede haber ataques de vértigo que aparecen de repente o después de un corto período de tinnitus, o de audición amortiguada. Algunas personas tienen un ataque de vértigo sólo de vez en cuando. Otras pueden tener muchos ataques más seguidos durante un período de varios días. Algunas personas con enfermedad de Ménière tienen un vértigo tan extremo que pierden el equilibrio y se caen. Las variables son muchas.
En concreto, puede presentarse a cualquier edad, pero es más probable que ocurra en adultos de entre 40 y 60 años. Pérez explica que ésta se origina por un trastorno del oído interno que provoca, entre otros síntomas, fuertes crisis de vértigo. "Se trata de una modalidad de vértigo provocada por la alteración del líquido endolinfático del oído interno", especifica.
Así, asegura que la frecuencia de la crisis es "irregular" y se siguen desconociendo las causas de la enfermedad, aunque "se intuyen" alteraciones a nivel molecular y se contempla como línea de investigación la autoinmunidad. Suele asociarse a los antecedentes familiares con alteraciones en el oido interno, indica Pérez, a la vez que subraya que España es "pionera" en su investigación. No obstante, recalca que se trata de una enfermedad "muy heterogénea", por lo que no hay un paciente similar a otro.
¿EN QUÉ CONSISTE?
"La Enfermedad de Ménière es un tipo de enfermedad rara que se origina por la acumulación de líquido en una parte del laberinto en el oído interno. En cantidad normal, dicho líquido (junto con la perilinfa que lo rodea) asegura la funcionalidad correcta del oído interno: audición y percepción del movimiento. Su exceso, por el contrario, altera estos aspectos: sordera, acúfenos y vértigo", detalla el experto. En este contexto, concreta que en el oído normal el líquido más abundante es la perilinfa, mientras que en el oído alterado por Ménière el más abundante es el endolinfático.
¿Por qué hay líquido en el oído? El otorrino describe en primer lugar la función del oído: convertir los impulsos de movimiento o auditivos que hay en el exterior en una señal eléctrica. "Para eso necesita una serie de mecanismos que al final tienen que hacer una célula descargue y para ello necesita un medio, un líquido donde moviliza una serie de cargas positivas y negativas. Es casi como una pila el oído interno, y ante un estímulo determinado se abren unos poros en la célula y por eso se crea un estímulo que llega al cerebro", señala.
Pérez detalla igualmente que se trata de una enfermedad crónica, de la que no se puede conocer su causa, por lo que se tratan los síntomas más molestos. "Hay que individualizar el tratamiento a los síntomas más limitantes, y como toda enfermedad que afecta a la audición y al equilibrio, hay que dar las pautas saludables. Durante muchos años se ha recomendado hacer dieta, aunque sin éxito muy definitivo", señala.
A su juicio, la Enfermedad de Ménière "muchas veces" representa "la punta del iceberg de otras enfermedades" y no todos los tratamientos "dan una eficacia absoluta", y tampoco hay un tratamiento especifico y fundamental. "Hay pacientes donde los procesos son erráticos. Es el tiempo el que va diciendo lo que hay que hacer. No es una enfermedad donde se puedan dar pautas generales y hay que ir paciente a paciente y cada caso es particular. La búsqueda de respuesta a estas variabilidades nos hace mejorar en los diagnósticos", indica.
Los científicos calculan que 6 de cada 10 personas mejoran por sí solas o pueden controlar su vértigo con dieta, medicamentos o aparatos. Sin embargo, un pequeño grupo de personas con la Enfermedad de Ménière sólo logrará alivio teniendo a una cirugía, remarca la NIDCD.