MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 44,8 por ciento de las víctimas por ahogamiento en 2016 eran mayores de 65 años, un accidente que se agrava en función de la salud, tanto que las enfermedades cardiovasculares, las de tipo metabólico (como la diabetes) o las osteomusculares aumentan el riesgo de pasar por esta tragedia, según el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, David Curto.
Esto es así ya que, por su parte, las cardiovasculares pueden provocar un síncope, mareo o pérdida de conciencia; en cuanto a la diabetes, una hipoglucemia también puede ocasionar mareos; además, una persona "poco entrenada" puede sufrir un tirón muscular o un calambre (osteomuscular) en el mar mientras se encuentra en una zona profunda de la playa o la piscina.
En cuanto a las causas, el doctor Curto ha señalado como "principales" las enfermedades crónicas, los golpes de calor, relacionados con las altas temperaturas, o la percepción errónea de la propia persona mayor de poder hacer más esfuerzo del que realmente es capaz.
En este sentido, el especialista ha recordado que los mayores deben realizar deporte en función de sus posibilidades. "Nadar es beneficioso, pero siempre hay que hacerlo en zonas poco profundas, bajo vigilancia y sin fatigarse; y si no sabe nadar o lo hace con dificultad, puede caminar por las zonas poco profunda", ha subrayado.
Por ello, tener un control permanente de las enfermedades crónicas, bañarse en zonas vigiladas y seguras para evitar este tipo de accidentes, hidratarse frecuentemente, o bañarse acompañado e informar a otras personas de lo que se va a hacer son algunas de las recomendaciones que el doctor Curto ha querido recalcar para así evitar este tipo de accidentes.