MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
A las mujeres se les dice que mejoren su estilo de vida para prevenir las enfermedades del corazón, mientras que a los hombres se les aconseja tomar estatinas, según la conclusión de un estudio presentado en el ESC Asia, el congreso científico organizado por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), la Sociedad de Cardiología de Asia y el Pacífico (APSC) y la Federación de Cardiología de Asean (AFC).
"Nuestro estudio reveló que a las mujeres se les aconseja perder peso, hacer ejercicio y mejorar su dieta para evitar las enfermedades cardiovasculares, pero a los hombres se les prescribe medicación para reducir los lípidos --apunta la autora del estudio, doctora Prima Wulandari, de la Facultad de Medicina de Harvard y del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos)--. Esto ocurre a pesar de que las recomendaciones de las directrices para prevenir las enfermedades cardíacas son las mismas para hombres y mujeres".
Estudios anteriores han demostrado que las mujeres con enfermedades cardiovasculares reciben un tratamiento menos agresivo en comparación con los hombres. Este estudio investigó si estas diferencias de sexo se extienden a la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
El estudio utilizó datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de los Estados Unidos (NHANES) en 2017 a 2020. De 8.512 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 79 años y sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares, 2.924 participantes tenían un riesgo elevado de desarrollar enfermedades cardiovasculares según una calculadora de riesgo validada y, por tanto, eran elegibles para recibir estatinas.
Para los 2.924 participantes, los investigadores calcularon las probabilidades de que a los hombres, en comparación con las mujeres, se les prescribiera un tratamiento con estatinas y recibieran consejos para perder peso, hacer ejercicio, reducir la ingesta de sal y reducir el consumo de grasas o calorías. Los análisis se ajustaron en función de la edad, el riesgo de enfermedad cardiovascular, el índice de masa corporal, la frecuencia cardíaca en reposo, la puntuación de depresión y el nivel de estudios.
El análisis mostró que los hombres tenían un 20% más de probabilidades de que se les recetaran estatinas frente a las mujeres. En comparación con los hombres, las mujeres tenían un 27% más de probabilidades de que se les recomendara perder peso y un 38% más de que se les recomendara hacer ejercicio. En cuanto a la dieta, a las mujeres se les aconsejó un 27% más que a los hombres que redujeran su consumo de sal, y un 11% más que redujeran su consumo de grasas o calorías.
"Tras nuestro análisis, realizamos una revisión de la literatura para encontrar posibles explicaciones a los resultados. Esto demostró que una posible raíz de la discrepancia en los consejos es la idea errónea de que las mujeres tienen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular que los hombres --resalta la doctora Wulandari--. Nuestros resultados ponen de manifiesto la necesidad de una mayor concienciación entre los profesionales sanitarios para garantizar que tanto las mujeres como los hombres reciban la información más actualizada sobre cómo mantener la salud del corazón".
Las directrices de prevención cardiovascular de la ESC recomiendan que los adultos de todas las edades realicen al menos entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o entre 75 y 150 minutos de intensidad vigorosa, a la semana, o una combinación equivalente.
Todos deben dejar de fumar y se recomienda una dieta saludable, que haga hincapié en los alimentos de origen vegetal, como los cereales integrales, las frutas, las verduras, las legumbres y los frutos secos. La sal debe limitarse a menos de 5 g al día. Se aconseja que las personas con sobrepeso y obesidad pierdan peso para disminuir la presión arterial, los lípidos en sangre y el riesgo de diabetes, y así reducir la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares. Las estatinas se recomiendan en función de las características individuales, como la edad y el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
